martes, 26 de abril de 2011

LO INESPERADO



Siempre puede haber algo
que llene de flores
el techo que nos cobija.
Esta idea tan simple
nos descubre el concepto
de infinito en nuestro pecho
y hasta puede conseguir
que se instale ahí donde
los sentimientos crecen libres
de la soledad y el silencio.
Lo inesperado se anida
en el núcleo de una incógnita,
se mueve entre sus células
como una esperanza
que fluye desde el mismo
centro de La Tierra:
Está en la respiración
de la ramas de los árboles,
camina junto a un sendero
coloreado por las amapolas,
se alía con los que se reconocen
en la flexibilidad de sus dudas
y creen que la tolerancia
florece entre los iguales,
no hace ni puñetero caso
a los catalogadores de seres
o a los que pasan el tiempo
predicando moralinas
y levantando obstáculos
a la dicha de vivir
según nuestra personal
visión de la existencia.
Por eso toda mirada es única,
y tiene derecho a establecer
sus propias perspectivas
a lo que su alrededor ocurre,
incluso con lo que le llegue
en formato de sorpresa
para abarrotar de flores
el jardín que le cobije.

2 comentarios:

Montserrat dijo...

Bonito, lleno de libertad...

Antoniatenea dijo...

Lo inesperado a veces tiene esa mágia que describes ..se anida en ese núcleo de una incógnita, que refieres y de repente nos hechiza por completo pudiendo percibir un poco de , por ejemplo ese abismo que es el infinito. La imagen y tus palabras son realmente una inesperada noción de esa vitalidad y a la vez profundidad que emanas.