miércoles, 9 de marzo de 2011

'LA SONRISA ETRUSCA'



Jose Luis Sampedro ha recibido la Orden de las Artes y las Letras. Le admiro tanto, le debo a este hombre tantísimos momentos de lecturas emocionantes y ha contribuido de manera tan destacada a la formación de mi pensamiento y mi manera de entender el mundo, que el premio de alguna manera también lo considero mío.

Y para celebrarlo podría hablar de muchas cosas, hasta de un encuentro casual donde tuve el inmenso placer de intercambiar una breve conversación con él mientras le invitaba a un cortado en el kiosko de la santacrucera Plaza de la Paz y hacía un inmenso esfuerzo por estar a la altura y que a la vez no se notase demasiado la emoción que me embargaba al estar frente al maestro. El caso es que después de meditarlo unos instantes, me he decidido por hablar de una de sus novelas que ha acabado por convertirse en uno de mis libros de cabecera: Se trata de ‘La Sonrisa Etrusca’.

Hay algo en ciertas novelas, cuadros, películas, esculturas... Hay algo en algunas obras de arte que sobrevuela, e incluso derriba, el caparazón que nos hemos creado todos, ese manto de deshumanización fría que en mayor o menor grado debemos adoptar en la sociedad que padecemos para poder seguir adelante y afrontar el día a día sin caer en la desesperación. Vivimos obligados a deshumanizarnos, de lo contrario cómo explicar el hecho de que en la inmensa mayoría de los hogares se cene y se almuerce mientras se están contemplando en los telediarios noticias sobre las violencias sin fin que azotan el mundo... Y mientras tanto, indiferentes a lo que vemos, nos comemos los garbanzos, como si la cosa no fuese con nosotros.

Nos horroriza, claro, pero nos zampamos lo que tenemos en el plato y al día siguiente volvemos a hacer lo mismo. Ocurre que la mayoría no tiene más remedio que ser lo que han querido que seamos...Y precisamente son obras de arte como ‘La sonrisa etrusca’ la que nos desvelan esa tendencia no intencionada a la deshumanización. A cada momento se nos lanzan a la cara avalanchas de crueldad y aguantamos, no nos queda otra. Pero sin embargo llega un libro -además ficticio- y es capaz de derrumbarnos. No me avergüenza afirmar que con esta historia me emocioné hasta el tuétano. Derramé lágrimas con ‘La sonrisa etrusca’ y lo volveré a hacer cada vez que la relea... Hay obras que sacan lo mejor de nosotros, que saben llegar a ese punto, más o menos escondido que llevamos dentro y no es más que nosotros en estado puro, sin artificios contagiados, ni sombras impuestas.

Y en la hora del agradecimiento a su autor por todo lo que nos ha dado, recomiendo leer esta novela emocionante y tierna, sencillamente porque nos hace sentir más humanos y es una excelente manera de recordar que la bondad también existe.

2 comentarios:

Antoniatenea dijo...

Confieso que no he leído nada de él pero que las entrevistas que he leido hechas a él me han mostrado a una persona muy singular, sensible y brillante y siempre había proyectado leerle. Ahora, después de lo que nos escribes no lo dudaré. Empezaré por "la Sonrisa Etrusca"

Pacogor dijo...

Pues te aseguro que será una de las lecturas más emotivas que harás en tu vida...