miércoles, 5 de enero de 2011

UN DÍA LA MUERTE



Un día la muerte
vendrá a hacerme la visita
y ya no tendré
que madrugar para ir al trabajo
ni escuchar más discursos
pedantes y tramposos.
Tampoco me veré obligado
a poner buena cara
con tanto estúpido que todos
hemos de tragar a la fuerza.

Un día la muerte
me pondrá en estado de revista
y no volverán a preocuparme
el estado de la cuenta corriente
o los beneficios de hacer deporte.
Se acabará el tener
que planchar la ropa,
no tendré ganas
de leer libros por la noche
ni me joderá tener que dormir solo
cuando tengo una mujer
metida entre las cejas.

Un día la muerte
vendrá a cumplir su cita
y no tendré que ya que dar
explicaciones para justificar nada,
ni volverá a irritarme
meter tan continuamente la pata
porque la tendré estirada:
Me convertiré, eso sí,
en un muerto autodidacta
que estudia su propia ausencia.

Un día cualquiera
la muerte vendrá por fin
a rescatarme de la vida.

1 comentario:

Sheila dijo...

Lo llamarems ''libertad'' de la muerte hasta que alguién se escape de ella y podamos llamarla ''la cárcel del olvido''.

Muy interesante.