domingo, 2 de enero de 2011

PÁJAROS



Los pájaros encerrados
no parecen sufrir,
probablemente sean
las aves más felices
que pueblan este mundo.
Lo son simplemente
porque han aceptado
su condición y dejan
de plantearse nada
que no esté más allá
de su cárcel finita
y la muerte en vida
que significa renunciar
a la índole que les distingue
del resto de seres vivos:
la capacidad para volar.
Y lo único que les queda
es morir viviendo
esa estrepitosa mentira...
Los pájaros libres
suelen ser solidarios
y sufren mucho
por los que están encerrados.
Pero, paradoja cruel,
los confinados tras los barrotes
de sus propias renuncias
sufren aún más
por los que son libres.
Hay un pajarito feliz
en cada pájaro
encerrado en una jaula.
Incluso cantan
hermosos trinos,
aunque hayan olvidado
lo que es la libertad.

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