Puede ser que te digas:
Voy a hacer planes para el futuro.
Quizás el próximo verano
volver a tu paraíso
en aquella playa de Fuerteventura,
o aprovechar el año que va a empezar
para escribir el nuevo libro.
También puedes preguntarte
sobre lo que ocurrirá
cuando esa mujer esté en tus brazos
o si alguna vez se acaba
el oficio de ser padre...
En realidad da igual,
porque ese verano en el que piensas
en realidad ya ha pasado,
terminaste hace mucho tiempo
el libro aquél en que pensabas,
tu hija a su vez ya es madre
y hubo una mujer
que para tu suerte aún sigue siendo
la dicha de tu existencia...
Y es que los días
que habrían de venir ya vinieron
si no te das prisa
y estás atento a las señales.
Luego puede caer la noche
y en una décima de segundo ya es tarde.
A la vez respiramos la luz y sus restos:
El presente y el pasado
vienen de la mano en el mismo relámpago.
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