lunes, 8 de noviembre de 2010

SOY NOSOTROS

Mi yo no termina en mí,
sino que se prolonga
en el universo humano:
La piel se me oscurece
en regiones de ébano
y amarillea como el trigo
cuando amanece en Oriente.
Vivo el convencimiento
de que podemos abrazarnos
en torno a un ideal,
al calor de un cuerpo
o al valor de la amistad
desde miles de kilómetros
de distancia.
Y hasta sentimos
las huellas dactilares
de quienes se fueron para siempre,
y que tal vez algún día
podamos merecer alcanzar.
Soy yo si tú eres tú,
para responder a la caricia
que nos viene de tan lejos
cargada de emociones.
Mis dedos en el teclado,
mi corazón en el camino,
mi mente en tu alma...
Vayamos donde vayamos,
estemos donde estemos,
nuestra piel se estremece
cuando alguien nos roza
desde el porvenir.

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