Lo que amo es tan simple
como complejo es mi deseo:
está amasado en cuerpo de mujer,
en una trémula y vibrante carne,
caliente y terso nombre
de conjunción y cercanía.
Es también origen
de enhiestos vaivenes
que se refrendan
en sueños desencontrados
y realidades de incógnita.
Así describo el cuerpo
que quiero y deseo,
templo del placer
donde ansío mecerme
y en el que se leen
incuestionables verdades
mientras vivo argumentos,
que retan a la cordura.
Cuerpo sencillo
y complejísimo dilema
que se alza tremolando
el horizonte de mi mente,
eres mujer,
el punto culminante
de mis noches y mis días.
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