Comienzos.
Siempre comienzos.
Ayer, hoy...
Tal vez mañana.
Comienza la batalla.
Las horas
malgastan sus venenos.
Lloran los humildes
a las puertas del aplomo.
Pero el silencio
puede hacerse fuerte
en el hogar
del Consuelo.
Se van las aves
cargadas de otoño.
¿Y tú? ¿Vendrías tú?
Hoy. Tal vez.
O mañana.
Para volver
a comenzar
ya para siempre.
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