viernes, 5 de noviembre de 2010

ABRÁZAME




Tanto soñé contigo que
has acabado por ser mi realidad.
Ya es hora de alcanzar
ese cuerpo vivo y palpitante
y besar sobre esa boca
el nacimiento de la voz que quiero.
Tanto soñé contigo que a mis brazos
habituados a cruzarse sobre mi pecho
cuando abrazan tu sombra,
quizás les costaría adaptarse
al contorno de tu figura:
No sabrían qué hacer de puro torpes.
Y frente a la existencia real
de aquello que me obsesiona y
me gobierna desde hace tanto tiempo,
seguramente me transformaré en sombra.
Tanto soñé contigo que probablemente
ya no podré saber si sueño o vivo.
Debería dormir preparado
para ofrecer mi cuerpo a todas
las posibilidades de la vida y del amor,
pero lo que se hace difícil de entender
es que habiendo alcanzado
tanto protagonismo en mi existencia,
me resulte tan difícil estrechar
tu cuerpo y tus labios.
Tanto soñé contigo, tanto caminé, hablé,
me tendí al lado de tu fantasma
que ya no me resta sino ser fantasma
entre los fantasmas,
y cien veces más sombra que la sombra
que siempre pasea alegremente
por el cuadrante solar de tu vida.



3 comentarios:

Vicky Cateura dijo...

Precioso poema de ausencia y de sombras.

Pacogor dijo...

Todos tenemos alguien en el alma, una figura que aúna el ideal de compañía para la vida por la que optamos... ¿Y si aparece, aunque sólo sea por un tiempo porque en el mundo todo es perecedero o se recicla? Esa intensidad es la que busco siempre en la persona que pueda estar a mi lado...

Anónimo dijo...

Es un poema hermoso. Decir simplemente: No existen utopías en los sentimientos, porque con solo pensarlos ya son.

F.T.