Reconozco que por mis palabras campan la rabia, la extrañeza, la soledad, las miradas y ausencias... Y muchas veces, el pesimismo. Lo siento, pero no pienso pedir disculpas por la falta de compasión: Si la ocasión lo merece, también se desbordan las mejores emociones.
martes, 19 de octubre de 2010
PAREJAS PERFECTAS. Microrelato
Tenían cuatro años. Ella le tomaba de la mano para salir juntos al recreo. Él le regaló un corazón de plastilina.
1 comentario:
Ese sí que es un regalo, él sí qe sabe!
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