Son tiempos de crisis... ¿Te sientes inseguro, insignificante y humillado? ¿Te ningunean en el trabajo? ¿Has tenido alguna mala experiencia y sufres? ¿Tienes miedo a lo que te deparará el futuro?
Hay una posible solución a tus problemas. Es tan antigua como el ser humano, pero a la vez está de rabiosa actualidad. Ha movilizado a las masas y unido a los pueblos. Ha sido utilizado por los poderosos para lograr sus fines. Tiene un gran protagonismo en los libros de historia, que están llenos de cadáveres que han sucumbido a la violencia. No conoce fronteras. Su poder no tiene límites.
Hablo de olvidar los sentimientos solidarios, dejar que ocupe su lugar el egoísmo, en última instancia recurrir a la irracionalidad si fuera necesario. Está de moda, millones de personas practican este ideario, qué más da si eso te convierte en un ser despreciable. Utiliza la irracionalidad contra todo aquel que sea diferente. Ya sea para invitarle a marcharse como hace el presidente francés con los gitanos o para conseguir votos, como el partido Demócratas de Suecia que, gracias a llevar a la política ese pensamiento, se ha sumado a los otros doce países donde partidos de extrema derecha están presentes en las cámaras legislativas europeas.
Fomenta el miedo, porque así tu poder aumentará y será más fácil convencer a los demás para que se unan a tu causa, o al menos se conviertan en cómplices silenciosos de lo que pasa, mirando hacia otro lado. Varios gobiernos se han convertido en verdaderos expertos en mezclar estas dos sensaciones para lograr sus objetivos.
Usa la irracionalidad, incluso el odio, para sentirte mejor. Humilla a los más débiles, pisotéalos, te sentirás más fuerte. Recuerda que la conciencia es un obstáculo. Miente, manipula y, sobre todo, no te pares a pensar adónde te llevará tanto desatino o si estás actuando correctamente. Simplemente hazlo. ¿Quién quiere razonar en estos tiempos? ¿Qué más da quién pague las consecuencias? Es mejor dejarse llevar. Por eso no debes dejar pasar esta oportunidad. Adquiere ya tu dosis de veneno en la palabra, aprovecha ahora que la crisis lo alimenta. Está a la moda, pon odio en tu vida.
¿No lo ves? Sería tan sencillo: La mayoría es más silenciosa que nunca, se ha vuelto tan cobarde que incluso se revuelve contra los que aún les queda algo de espíritu de lucha, intentan pensar por su cuenta y se movilizan para hacer frente a los que nos pisotean. Irracionalidad, amigo. Hasta podrías convertirte en un líder si te autoconvences de que tu pequeño mundo (o el grande, que todo podría ser) te necesita.
Hay una posible solución a tus problemas. Es tan antigua como el ser humano, pero a la vez está de rabiosa actualidad. Ha movilizado a las masas y unido a los pueblos. Ha sido utilizado por los poderosos para lograr sus fines. Tiene un gran protagonismo en los libros de historia, que están llenos de cadáveres que han sucumbido a la violencia. No conoce fronteras. Su poder no tiene límites.
Hablo de olvidar los sentimientos solidarios, dejar que ocupe su lugar el egoísmo, en última instancia recurrir a la irracionalidad si fuera necesario. Está de moda, millones de personas practican este ideario, qué más da si eso te convierte en un ser despreciable. Utiliza la irracionalidad contra todo aquel que sea diferente. Ya sea para invitarle a marcharse como hace el presidente francés con los gitanos o para conseguir votos, como el partido Demócratas de Suecia que, gracias a llevar a la política ese pensamiento, se ha sumado a los otros doce países donde partidos de extrema derecha están presentes en las cámaras legislativas europeas.
Fomenta el miedo, porque así tu poder aumentará y será más fácil convencer a los demás para que se unan a tu causa, o al menos se conviertan en cómplices silenciosos de lo que pasa, mirando hacia otro lado. Varios gobiernos se han convertido en verdaderos expertos en mezclar estas dos sensaciones para lograr sus objetivos.
Usa la irracionalidad, incluso el odio, para sentirte mejor. Humilla a los más débiles, pisotéalos, te sentirás más fuerte. Recuerda que la conciencia es un obstáculo. Miente, manipula y, sobre todo, no te pares a pensar adónde te llevará tanto desatino o si estás actuando correctamente. Simplemente hazlo. ¿Quién quiere razonar en estos tiempos? ¿Qué más da quién pague las consecuencias? Es mejor dejarse llevar. Por eso no debes dejar pasar esta oportunidad. Adquiere ya tu dosis de veneno en la palabra, aprovecha ahora que la crisis lo alimenta. Está a la moda, pon odio en tu vida.
¿No lo ves? Sería tan sencillo: La mayoría es más silenciosa que nunca, se ha vuelto tan cobarde que incluso se revuelve contra los que aún les queda algo de espíritu de lucha, intentan pensar por su cuenta y se movilizan para hacer frente a los que nos pisotean. Irracionalidad, amigo. Hasta podrías convertirte en un líder si te autoconvences de que tu pequeño mundo (o el grande, que todo podría ser) te necesita.
2 comentarios:
Muy duro tu comentario de hoy, creo que todos deberíamos reflexionar sobre lo que estas diciendo.
No, no pongamos odio a nuestra vida. Expulsar a los gitanos no es una solución nunca.
La solidaridad esta siendo un asunto muy pasado de moda, esa muy claro cuando ves todas las medidas ultraderechistas que se están imponiendo en la mayoría de países, muchos de ellos ya con influencias en el poder totalmente ultraderechistas, y siempre resulta mas fácil ponerte al lado de los poderosos y mirar hacia otro lado, es el lado mas salvaje, primario y atávico que hay en nosotros, lo que nos hace humanos evolucionados es reflexionar y ponerse en la piel del otro, para entender que el camino es de todos, las riquezas también. Seria importante analizar eso antes de ser arrastrado por políticos que no tienen en la cabeza nada aprovechable excepto deseo de poder.
Levantate, defiendete, defiende tus derechos!
Levantate, defiendete, no abandones la lucha!
La mayoria de la gente piensa
Que el gran dios vendra del cielo
Desapareciendo todo
Y haciendolos sentir en las alturas
Pero si sabes lo que vale la vida
Tu buscaras a los tuyos en la tierra.
B.M.
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