viernes, 10 de septiembre de 2010

MENSAJE


Hasta la luz entra poderosa
por el cristal de tu conciencia;
hasta las mentes se queman
si se asientan en tu imagen.
Las cosas se afirman y viven
dentro de ti, con más fuerza.
Es como si quisieras hacer algo
que se haga por vez primera.
Aún te propones ese diálogo
donde el otro siempre esté cerca.
Tienes conciencia salvadora,
sensitivamente idealista.

¿Es ansiedad por dar la vida,
o un intento de merecerla
bajo la forma del amor?
Piensas sintiendo el objeto
que te mueve a la existencia:
La felicidad y el bien de todos.
Como el frío viento de marzo,
marchas en tu misión a ciegas.
A pecho descubierto y sin red,
te embarcas en la aventura
de evitar que el ser humano
se vaya apagando sin remedio.

Quieres que ese destino,
sin estridencia ni mérito alguno
eche raíces en ti para siempre.
Pero no te das cuenta del precio
que se paga en esa tarea.
Loable aspiración la que te mueve,
pero para poder llevarla a cabo
sin el alto coste de destruirte
has de aprender que en la vida
no hay tragedias ni lágrimas,
sólo anécdotas que se repiten.

No podemos hacer silencios
cuando las voces más queridas
se nos apaguen y abandonen:
en esa razón hay que encontrar
los motivos que les sirvan a otros,
porque cualquiera es importante
y no todos pueden ser salvados.
Recuerda lo vasto que es el mundo
aunque en tu interior pierda fuerza,
recoge la experiencia como sumario,
y conviértela en luz de tu senda,
porque el camino no se ha acabado
y la tarea por hacer es inmensa.

Son demasiados los que sufren
y ellos no pueden darse el lujo
de esperar a que lamas las heridas
que tu piel absorbe lentamente.
Pero sobre todo acuérdate de ti,
que no todo es lucha y compromiso.
No puedes dar felicidad si no la tienes:
la generosidad y la tolerancia
han de empezar con uno mismo.
Nadie puede exigirse hasta el punto
de convertir la bondad con los demás
en intransigencia consigo mismo.


1 comentario:

Paloma dijo...

Me gustan tus poemas porque ellos siempre traen consigo el dulce aroma de la reflexión.
Saludos
Patty no pude ver el vídeo pero de seguro que era precioso.
Besos