domingo, 29 de agosto de 2010

APRENDÍ A LEER


Lo recuerdo:
Era tan pequeño
que cabía
en una bolsa de boliches
y ni siquiera sabía
que en otra manera
de entender
mi propio lenguaje
ridículamente
los llamaban canicas.
Era un chiquillo
que aprendió a vivir
en noches de cuentos
colmadas de imaginación
y aventuras.
Para ellos se obligó
con paciencia infinita
a leer usando la intuición
y más por ensayo
que por cualquier
otra cosa,
que en aquellos
estériles años
no era enseñanza
ni nada que pudiera
parecérsele.
Así la C con la a
fue Caperucita,
P con la e
Pedro y el Lobo,
la J con la u
Juan sin miedo,
y más tarde
La m con la o
significó la subversión
de Mortadelo,
la C con la A
el hambre de Carpanta
y la R con la u
la crítica social
de la Rue del Percebe.
Aprendí a leer
y mi pequeño corazón
aprendió también
a acariciar
el aire y las estrellas
para atrapar
las primeros sueños
de la existencia.


5 comentarios:

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...

Que belleza.
Besos y amor
je

Pacogor dijo...

Y qué recuerdos...

Reina dijo...

Bellos recuerdo los de la primera infancia...
Actualmente, hay días que quisiera no saber leer... hay cosas de las que es mejor no enterarse...!

Pacogor dijo...

¿Y cómo cambiarlas si no nos enteremos de que existen?

Reina dijo...

Es verdad... por eso siempre digo que prefiero una verdad, aunque duela, que una mentira piadosa... todo sirve para aprender y evolucionar... pero sigo recibiendo mentiras de las que prefiero no enterarme más, son más dolorosas que la verdad... pero no puedo cambiar al mentiroso...:( por eso fue mi comentario...