miércoles, 18 de agosto de 2010

AFUERA Y ADENTRO


Afuera el mundo se disloca,
las flores esconden
los jardines entre sus pétalos.
la tarde inspira
las emociones del poeta.

Adentro…
las paredes precipitan una caricia,
un hombre desespera,
la carne filtra
la presencia de fantasmas.
Pero en ese adentro,
el de uno mismo
es otra cosa...

En ese adentro
el pecho late, se desdobla
e incluso tiene miedo.
¿Alguien sabe,
puede presentirlo
o acaso lo cuestiona?

En ese adentro
se pregunta y se responde
en un mismo gesto,
y no palpita el corazón,
sino arde a golpe y trueno.

Adentro de uno mismo
es diferente, otra cosa
porque los demonios
tienen alas,
y el aliento se dispara
entre los poros.

Y hay un adentro
que vive en silencio…
y otro escucha o distorsiona
aquella historia
que entretejió una araña.

Y hay silencio…
no se rompe la rutina,
ni se ignora…
Sigue el pecho con dolores
de aquel día,
sigue el ojo diluyendo
las traiciones

Así, mientras afuera
sigue el mundo tan friable,
tan voluble, tan inmenso,
tan dolorosamente distante
que nos persigue la malicia
y trepan alto los rincones
que nos sangran...

Adentro, sin embargo
todos escondemos algo
tenemos un ave
como pez en la mirada,
un arma de marfil
en cada palabra
que no acepta ser derrotada.


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