lunes, 12 de julio de 2010

UNA MUJER ASESINADA


Porque soy hombre
tengo el alma salpicada de sangre,
aunque piense que ya es hora
de quebrar las navajas que destilan
ese olor a sombra desplomado
sobre espectros femeninos
encontrados sin vida en los barrancos.

Porque son tantos los siglos a cuestas
que me nombran y me acusan
de derechos y vientres maltratados,
y han sido tantos los jardines
plantados de dolor y sufrimiento
en el alma de las mujeres,
soy hombre y no puedo perdonarme.

En el aire hay clamores
que me revientan los tímpanos
y las manos tiemblan de ira,
se preguntan el por qué
de semejante telúrica violencia
sobre el oro de una piel hermosa,
entre sus pechos, contra un sexo
que debería ser libre
para hacer y deshacer lo que se le antoje.

Se me rompen los esquemas
relativos al humo de esta hoguera,
inmensa y eterna pira
en la que se colma el paso de los siglos
y eternamente silban en sus ecos
sepulcrales destinos condenados:
Sobre semejante ignominia
edifico mi vergüenza y no es bastante.

No basta, porque hoy es tarde
y el aire quema dentro, se desgasta
en desenfrenos de campanas
por otro cadáver encontrado
entre páramos destrozados y fugaces.
Y es preciso un silencio, un hueco insomne,
una ola, una plegaria, una caricia,
algo donde agarrarse para soportar
las gastadas condenas que vendrán
tras las huellas asesinas.

Y allá, afuera, nada queda
salvo los restos violentados de forma vil,
que ya no respiran, ni lloran
por culpa de un asesino encadenado
a su repugnante orgullo de macho herido.
Es la hora de la autopsia,
de los reclamos, las proclamas, las condenas...
Pero la historia no se detiene,
gira constantemente sobre el mismo núcleo
dando la espalda a los sueños
de que la sangría se acabe,
destrozando las palabras y la pena.

Qué puedo hacer si soy hombre
y ahora mismo no puedo soportarlo,
porque me espanta esta marea
donde naufragan ideales de igualdad:
La salvación no existe en la penumbra
donde acabo de inhumar los desechos
de todos los dioses que han muerto
junto a la última mujer asesinada.


6 comentarios:

Manuel Adlert Arcos dijo...

Lo mejor de mi, es lo poco hombre que me siento, lo mejor de mi es mi debilidad, mi flaqueza, lo mejor de mi es mi impotencia ......

Antoniatenea dijo...

¿Qué podeis hacer los hombres como tú dices para frenar la violencia de género?,creo que tú ya rompes una lanza a favor de esto cuando dices de esa forma tan intensa:

"...Qué puedo hacer si soy hombre
y ahora mismo no puedo soportarlo,
porque me espanta esta marea
donde naufragan ideales de igualdad:
La salvación no existe en la penumbra
donde acabo de inhumar los desechos
de todos los dioses que han muerto
junto a la última mujer asesinada..."

No tienes que hacer nada más que contaminar así a los demás hombres con ese espíritu...eso es suficiente.

Y Manuel Adlert , sé que cuando proclamas tu debilidad, estás proclamando la ruptura del macho clásico, el comienzo de una era en que el hombre no tiene que hacer suya a la hembra, no tendrá que demostrar su hombría a la sociedad ni a él mismo.

Tú,Paco,y tú, Manuel, iniciais junto con buena parte hombres ( a algunas mujeres también les cuesta entrar en esta idea)una revolución en la que se ganará realmente todo, pero tenemos que esperar que vuestras semillas y las de otros germinen y la mujer no temerá más.Podrá ser libre. La actualidad en España nos demuestra que ahora no lo es. Nos otorgaremos la libertad y con ella la felicidad de de hombres y mujeres. Yo creo que ocurrirá eso en nuestra cultura, no sé si en otras no podrá ocurrir nunca.

Pacogor dijo...

Estoy completamente de acuerdo contigo, Manuel. Porque ser hombre o mujer es una cuestión exclusivamente física, y me niego a identificarlo con ningún rol o tópico proveniente de épocas oscuras.
Pero hay algo más: Se trata del amor y sus significados. Porque habitualmente lo que se ama es poseer el objeto amado. Objeto, sí. Empleo el término siendo muy consciente de ello. Así que el amor es generalmente es egoísta, cuando debería ser todo lo contrario.

Ana María dijo...

Lamentablemente las estadísticas no engañan y las mujeres siguen condenadas al maltrato físico y psicológico por ser consideradas, como bien dice Paco, como objetos de propiedad privada...

Ahhh!!! y cuándo se rebelan!!! las ayudas llegan mal y a destiempo... La sociedad (vecinos, familia)tampoco se hace eco de denunciar y así comprometerse porque no quieren complicaciones, porque los trapos sucios se lavan en casa...

Y en las escuelas, aún queda pendiente la principal asignatura: educar en la libertad y el respeto...

Menos mal que existen hombres que sienten esta situación como un problema que les afecta de lleno y manifiestan, cada uno desde su espacio, el desprecio que desprende la actuación de cada maltratador... Es un buen punto de partida...El camino se hará andando...

Besosss

Reina dijo...

Magnífica entrada Paco... gracias a Dios cada vez hay más hombres que piensan y sienten como vos...
Alguna vez terminará este flagelo del maltarto y la violación...
En lo que no estoy de acuerdo con vos es en el comentario donde decís que el amor es egoísta y sólo quiere poseer... no hay egoísmo en el amor, ni posesión... el amor es totalmente altruísta... de lo contrario no es amor... quien verdaderamente ama, piensa y siente por el otro, no por sí mismo... la posesión es egoísta, la posesión no es amor...
Cualquiera dice amar y en realidad sólo se aman a sí mismos y quieren poseer al otro para satisfacer su propia necesidad... eso no es amor...

Impecable tu poema... debería tener difusión por la red...
Un beso

Pacogor dijo...

No digo que el amor sea ecoísta y posesivo porque no creo en el amor como un sentimiento único. Pienso más bien que existe una varida gama de amores, y el que está lleno de generosidad y entrega es, por desgracia, bastante minoritario.
Una cosa es como nos gustaría que fuesen las cosas, y otra bien diferente es como son en realidad...