sábado, 17 de julio de 2010

SILENCIO


Silencio... Espera.
Hay que escuchar los susurros
que trae el viento…
No dejes que todo te sea extraño
porque si optas por refugiarte,
acabarás sintiendo el frío
de inhalar un miedo atroz.

Hay que sonreír
para sembrar milagros en el aire,
y en la frente alguna imagen
que signifique ilusión.
O una flor que brame incauta
en las entrañas,
que eso también vale,
para que haga nido entre el sudor.

Silencio… ¿Escuchas?
Algo tiembla, aquí abajo
en las esquinas de tu vida,
quizás un murmullo
de sensaciones renacidas,
o el eco dúctil de una cama
donde brilla el amor.

Y algo se adueña
del calor de las pisadas,
como un espasmo que fecunda
el alma herida…
como un conjuro
que revive al corazón.

Silencio... Ven,
arráncate los miedos
y la espina que se adentra
en tus entrañas,
amárrate el rencor a los tobillos,
deja ya de pensar en la traición.

Quiero llevarte a la capilla
donde se velan nuestros miedos,
el dolor viste de blanco,
se trenzan esperanzas
con claveles en los sexos
y se rezan oraciones
a los demonios de la pasión.


1 comentario:

Reina dijo...

"Hay que sonreír para sembrar milagros en el aire"

Hoy me viene muy bien esta frase...