domingo, 18 de julio de 2010

POEMA


Hoy me siento el poeta
de la voluntad duradera,
y por eso no admito
medias verdades,
ni nadie conseguirá que escriba
aquello en lo que no creo
para sentirse cómo leyendo
así que hoy escribo,
y escupo contra lo que se esconde
tras la caridad del niño rico
que es capaz de robarle
hasta a su madre.

Señalo con el dedo
a los que bailan al son
de egolatrías descerebradas,
individualistas que viven
como hilos de baba
y ya ni siquiera esconden
el criminal razonamiento
de sus errores que son horrores,
cuando en el mar de la historia
se hunde en tempestades
centenarias la humanidad.

Estoy harto de la desidia
habitual de los mediocres,
de las decisiones que trastabillan
en sus lenguas pastosas
cuando convocan ruedas de prensa
para asesinarnos un poco más.
Es el mismo lenguaje
de los izquierdistas de oropel
que se llenan la boca con el pueblo
mientras lo hunden
en las entrañas de la tierra:

Malditos sean
esos palabreros del lenguaje
y las imágenes pulcras,
lumpen del poder, arribistas
haciéndole el juego
al lumpen empresarial,
que saquean los derechos
de los sobrevivientes al naufragio
mientras ellos navegan
en pulcros yates por el paraíso
fiscal y geográfico.

Estoy harto
de verlos orgullosamente pedantes
frente a las cámaras
enseñando su intimidad
lujosa de rostros y drogas,
o haciendo balances en un atril
donde se lavan las manos
con la sangre de los desposeídos.

Hoy me siento el poeta
que enarbola su ira
contra esta inmundicia
de dominadores y sirvientes,
y soy cual flecha de fuego,
que se hunde en la materia
más cruel y arbitraria
que han creado los verdugos,
según dicen, para nuestro bien.

Y seré la boca y el verbo
de los que se ven obligados
a barrer escombros y angustias,
porque soy tan ambicioso
que quiero estar del lado
de la gente que trabaja
y se deshace cada día
en la lenta agonía de la vida.




5 comentarios:

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...

Es una lenta agonía...tristemente creada por el hombre y permitida.

...Salimos del mundo interior a uno exterior y violento ya desde que llegamos lo primero que sentimos es una paliza en el trasero, para oirnos llorar. (esa es la primera clase que no das cuando llegamos.) Desde ese instante nos damos cuenta de que los hombres somos hostiles.

Todo da igual, no nos damos cuenta de que esto no funciona...y si nos damos, da lo mismo y como da igual, no hacemos nada por cambiarlo.

Besos y amor
je

Pacogor dijo...

Qué importa lo que hagan los demás... Importa lo que hagamos nosotros, ¿O no?

Antoniatenea dijo...

Hoy te sientes POETA que enarbola su ira y cual flecha de fuego te hundes en los "hacedores" de injusticia..de pobreza, de corrupción...

Yo en cambio te siento ROBIN HOOD..y ¿sabes? Creo que la sociedad necesta muchos Robin Hood y toda esa energía y todo ese entusiasmo, aunque esa flecha de fuego sea la POESÍA.

FRANK RUFFINO dijo...

Camarada Paco:

Un texto del genuino realismo sucio, por ello sincero. Así, como lo expones en tu texto, es.

Te dejo esta bella muchacha y esta bella canción:

http://www.youtube.com/watch?v=SSRVtlTwFs8&feature=related

Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,

Frank.

P.D. Saludos Carmen, saludos Antoniatenea. Qué tres!

Pacogor dijo...

Gracias, Frank: Sobre todo por utilizar esa hermosa palabra: Camarada. Que pena que casi esté ya en desuso...