lunes, 19 de julio de 2010

¿NOVEDADES EN ORIENTE PRÓXIMO?


¿Qué quedará finalmente de la indignación internacional por el ataque de Israel a la flotilla humanitaria que se dirigía a Gaza? Lo mismo de siempre... Palabras de condena y dejar que el tiempo haga su trabajo. Nadie hace nada, nadie mueve nada para obligar a Israel a cambiar de rumbo. Las autoridades israelíes se ríen en nuestra propia cara con unos resultados de la investigación sobre los hechos en los que se reconocen errores en la planificación del ataque, pero se felicita a los participantes por su profesionalidad al ejecutarlo... Paja, humo que se lleva el viento.

¿Y mientras tanto, qué? ¿Para cuándo algo tangible a nivel internacional que obligue a Israel a reflexionar seriamente sobre la ilegalidad que supone sus actuaciones en Palestina? ¿Acaso algo ha cambiado después de semejante violación del derecho internacional? En Gaza desde luego que no: Se levantan algunas restricciones que no conducen a nada práctico en la realidad y a continuar como siempre... ¿Lo dudan? Pues veamos las novedades que nos han llegado en los últimos tiempos del llamado Conflicto en Oriente Próximo...

Una vez pasada la tormenta desatada en aguas del Golfo Pérsico, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y Barack Obama retomaron los contactos aplazados sine die a causa de los cooperantes asesinados, y las aguas volvieron a su cauce de ilusoria normalidad: Pero el mismo día en que discutían sobre cómo reanudar las negociaciones de paz entre los dos Estados que ocupan la franja de tierra que hay entre el Jordán y el Mediterráneo, en el New York Times (un diario inequívocamente pro-israelí), se publicaba un extenso reportaje que versaba sobre el apoyo económico que reciben desde Estados Unidos las ilegales (incluso para las propias leyes israelíes) colonias ultra ortodoxas que se establecen en territorio palestino.

Cuando menos despierta incredulidad que el gobierno norteamericano esté realizando un aparente esfuerzo para acabar con décadas de movimiento colonizador sionista y promover el establecimiento definitivo de un estado palestino en Cisjordania, cuando sin embargo mantiene las exenciones fiscales a las donaciones que ciudadanos o instituciones americanas destinan al movimiento de apoyo a los asentamientos ilegítimos de colonos. No se trata de pequeñas cantidades sin importancia: Un montón de grupos, la mayoría de ellos cristianos evangelistas de extrema derecha (fervientes creyentes en la literalidad de la biblia), han recogido más de 200 millones de euros, todos deducibles en la declaración de la renta, que se destinan a construir y mantener los asentamientos en los territorios ocupados, y lo que es más grave aún, a la compra de material paramilitar que se utiliza en la autodefensa de los colonos. Para no andarnos con rodeos: Terroristas israelíes han sembrado el terror y derramado sangre palestina con dinero procedente de donaciones estadounidenses, y por lo que parece, en este último país no se hace nada por evitarlo.

Lo peor es que este tipo de exenciones fiscales están prohibidas en el propio Israel cuando se destinan al tema de los asentamientos que las autoridades y tribunales de ese país consideran ilegales (las que no son promovidas por el propio Estado). En realidad todas lo son desde el punto de vista de la legalidad internacional, pero esa es otra cuestión: El periódico destaca la frustración de la policía israelí por la ayuda exterior que reciben los colonos más radicales y peligrosos.

Y al Presidente Obama se le llena la boca con declaraciones en las que convierte la congelación de los asentamientos en una condición imprescindible para la negociación... Evidentemente podría comenzar por solucionar estos ‘pequeños desajustes’ que se aprecian en la ayuda que desde su propia casa y con la bendición de la hacienda pública, prestan los cristianos fundamentalistas estadounidenses a los okupas judíos extremistas. Pero no, de estas cositas tan concretas no se habla cuando se reúnen Obama y Netanyahu, prefieren el terreno de lo inconcreto y llenarse la boca con las grandilocuentes declaraciones de siempre sobre planes con detalles de fronteras e intercambios de territorios a cambio de una paz definitiva. Bonito sobre el papel, verdaderamente hermoso y todos lo suscribimos, incluso el gobierno palestino... El problema es que Israel se salta esos acuerdos cuando le viene en gana y nadie mueve un dedo para presionar en sentido contrario.




4 comentarios:

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...

Pues nada cambiara, mientras nosotros los hombres no cambiemos.

Besos y amor
je

PD
Esta entrada es una forma de hacelo.

Antoniatenea dijo...

Hace mucho tiempo que los israelies se mueven a su antojo, apoyados no sólo por Norteamérica.
Siempre ha triunfado en el mundo aquella causa que más dinero tenga por detrás y en ese aspecto Israel está bien forrada.
Todas las negociaciones a mi me han olido a humo siempre y no soy en absoloto pro Palestina, ya que las acciones de éstos a veces son tan irracionales y pesa tanto su radicalismo religioso que no los puedo entender..Pero lo que no puede consentir la humanidad es que se pisoteen los derechos humanos por parte de Israel de manera tan evidente como se está perpetrando allí con el beneplácito de todos .

Es una situación para mí de verguenza por parte de todos. Yo considero el conflicto ya un laberinto sin salida, depués de todo lo que ha pasado durante décadas y lo que actualmente está ocurriendo y la diplomacia israelí de una hipocresía absoluta, aunque todos le hemos visto el plumero.
La opinión pública sólo se levanta cuando hay un ataque tan terrible como el del barco turco, pero después todo sigue igual.

Pacogor dijo...

Cuando hago un análisis como el de hoy, procuro ser lo más imparcial posible... Pero en el plano personal lo tengo clarísimo: Yo si estoy del lado del pueblo Palestino. Y no albergo ninguna duda en ese sentido. Está claro que algunas facciones han cometido errores de planteamiento y el terrorismo indiscriminado no se justifica. Pero estamos hablando de un pueblo sojuzgado, maltratado y asesinado impunemente desde hace décadas. Es fácil desde nuestra cómoda óptica occidental criticar la violencia, pero para alguien que ha nacido bajo la opresión israelí, que ha crecido en los territorios ocupados y ha tenido que soportar día tras día la humillación constante de que tu vida y la de los tuyos no son nada... La cosa es bien diferente. Aquí, por mi trayectoria vital me considero pacifista. Pero si hubiese sido palestino, y me hubiese criado en uno de esos aberrantes campos de refugiados o en la franja de Gaza, posiblemente tendría un arma en la mano y mi única obsesión sería morir matando por una causa que considero justa.
Los Palestinos han cedido en lo único que pueden ceder: En reconocer al estado de Israel y su derecho a la existencia. A cambio sólo piden su propio estado y que este sea viable territorial y económicamente, porque es lo justo y está firmado por las propias autoridades israelíes desde las reuniones de hace unos años en Madrid.
Los palestinos han cumplido, Israel no. Y si organizaciones como Hamas, basadas en el integrismo islámico, han cobrado fuerza, ha sido únicamente porque Israel ha traicionado todos los acuerdos firmados con la autoridad palestina y han quebrado la confianza del pueblo ante sus representantes. Y de ese sentimiento de frustración se alimenta el integrismo.
En resumen: La causa del pueblo palestino es mi causa. Y me niego a entrar en el juego de los extremistas israelies, acusando a los que así pensamos de antijudios. Una cosa es el pueblo judío y otra muy diferente el Estado de Israel... Porque entre otras cuestiones afortunadamente existen israelíes que piensan como yo. En ellos cifro mis esperanzas de que algo cambie.

Antoniatenea dijo...

Me gusta una cosa en un escritor : no pajarear, no ser opinólogo. Tomar posiciones. Eso hace que el que lea tus escritos palpe la veracidad. Está todo lleno de "opinólogos" pero que no se mojan. La falsedad no sirve. Uno tiene qu tomar partido. He entendido tus argumentos.Puede que sea el integrismo terrorista e irracionnal lo que me aleje a mi de la causa Palestina.