sábado, 24 de julio de 2010

CASA DE MUÑECAS


La niña llegó del colegio y fue corriendo a su cuarto para jugar con la casa de muñecas. Se dio cuenta enseguida de que algo no andaba bien, pues la encontró patas arriba: Muebles fuera de su sitio, sillas volcadas, papeles desperdigados, jarrones y marcos de fotos hechos añicos en el suelo...

Se quedó paralizada ante el espectáculo y en un principio ni siquiera se atrevió a ir más allá del salón. Un nuevo vistazo más a fondo le mostró que faltaban el portátil y la vieja colección de vinilos. Y en la biblioteca encontró numerosos huecos harto significativos...

Desde el dormitorio principal le llegó el eco de unos sollozos. Al asomarse todo quedó claro: La muñeca rubia intentaba ahogar su llanto bajo la almohada. La niña decidió que era mejor retirarse y se marchó despacio, andando de puntillas. No era momento para juegos.

Y sobre lo sucedido, ya habrá tiempo de preguntar.






1 comentario:

Antoniatenea dijo...

Nunca seamos muñecas en una casa de muñecas..No tomemos lasmujeres ese papel.

Tomemos otra dirección en nuestras vidas si la violencia aparece.

Seamos protagonistas absolutas de nuestra vida...de nuenstro cuerpo...de nuestra mente.

Que ningún de nuestros niños llore, sufra, por lo que acaba de ver en casa..ellos no pidieron venir, los trajimos nosotros.

No a la vilencia doméstica. No a cualquier violencia.
Paco, me ha emocionado tu entrada hoy.