viernes, 14 de mayo de 2010

LA PUERTA

Imagen: 'La Puerta', fotografía de Francisco de Asís Gimenez Rocamora
Se sentía enormemente triste, porque hacía mucho tiempo que nadie llamaba a su puerta. A veces se sorprendía a si misma ojeando ansiosa por la mirilla, pero era en vano.
Hasta que un día decidió abrirla de par en par. Fue entonces cuando se dio cuenta que al elegir refugiarse dentro de su casa, había estado fuera del mundo. Se atrevió a salir a pesar de los temores que la atenazaban y se encontró con la agradable sorpresa de un montón de gente que la esperaba con los brazos abiertos.

3 comentarios:

Ana María dijo...

Sonrío sin poder evitarlo...

Te aseguro que me tienes calcadita hasta en los microrelatos...

Todo estaba dentro de mí como anestesiado y bastó dejar que fluyeran los sentimientos, las emociones, la sensibilidad, sin miedo al qué dirán o qué pensarán de mí..., bastó abandonar la trampa mentirosa de esperar que llame alguien a tu puerta con la felicidad de la mano...

Bastó eso, para decidirme a abrir mi puerta de par en par y empezar a vivir con el compromiso de ser feliz por mí misma..., para que surgieran ante mí nuevas esperanzas y un montón de gente que me hacen vibrar porque estoy ¡viva! y los quiero a todos...

Gracias Paco. Un montón de besos. Y buen fin de semana!!

Rita dijo...

Si, a veces nos quedamos detrás de una puerta......que alegría da abrirla
Feliz fin de semana

Pacogor dijo...

Feliz fín de semana. Sigo sin entender cómo puede ser que estas cosas que escribo lleguen a influir de tal manera en alguien. Entre otras cosas, porque a mí me ha costado media vida llegar a ciertos convencimientos. Supongo que si le sirven a alguien, puedo decir que ha valido la pena...