viernes, 16 de abril de 2010

PEQUEÑO TESORO


En un bolsillo del corazón
guardo un pequeño tesoro,
el fragmento más hermoso
de vaya usted a saber qué joya,
perfilado a la medida
de su brevedad y de la mía.
Aunque tiene aristas, no hiere,
y desprende una gama de aromas
muy parecidas a las del amor.
Lo encontré una tarde,
supongo que vino a iluminar
las estancias azules de mi alma.
Le gustó el lugar y se quedó
para que pueda extraerlo
cada vez que me vuelvo un niño,
me hago la ilusión de estar enamorado,
o me convierto en un apasionado
de la alegría de vivir.
Quizás por eso sea algo efímero,
como sólo pueden serlo
las horas interminablemente cortas
cuando son el marco de una caricia.
Les confieso que este tesoro extraño
tiene la inquietante virtud
de derramar en mis manos
el sabor ignoto de unos labios
absueltos de cualquier culpa,
el tacto de unas vértebras deseadas
y un espacio de carne donde la piel quema.
Ese pequeño tesoro, supongo,
que habrás adivinado que es tu sonrisa,
y si no lo sabías hoy te lo digo
para que sepas lo que cotiza
en la bolsa de valores de mi alma.

3 comentarios:

Nieves De la Rosa dijo...

¡Madre mia Paco! que preciosidad de poema..¡¡¡eres genial!!!a veces consigues levantarme el corazón con las cosas que escribes, que mágico.......Maravilloso.

Rita dijo...

Solo puedo decir una cosa: BO-NI-TO!!!!

Pacogor dijo...

Celebro que les haya gustado. Eso da fuerzas para seguir en la brecha...