jueves, 8 de abril de 2010

MIS OJOS


Se trata de mis ojos,
esas dos ventanas
que miran lo femenino,
siempre con asombro.
Hoy se han puesto traviesos
viendo piernas en minifalda,
con pantalones cortos
o envueltas en telas ligeras...
Bendito sea el buen tiempo,
que permite tal espectáculo
de excepcional belleza.
Si el paraíso existe,
cuando muera quisiera estar
liberado de mis torpes sentidos
y transformado en mirar impuro,
una parte desinteresado
y otra con ávido apetito,
para seguir devorando
el múltiple esplendor
de un cuerpo de mujer,
la más extraordinaria
e inconcebible obra de arte
que pueda disfrutarse
entre todo lo visible.

2 comentarios:

Ana María dijo...

Siempre te descubro sensible y exquisito. Y los ojos son como niños... ¡libres, indiscretos, asombrados por todo, pillos y traviesos, reveladores de los secretos del alma...!

Pacogor dijo...

Es cierto, Ana. Ojalá no perdamos nunca nuestra capacidad de asombrarnos... Y me gusta que hayas captado que el poema, dado el tema que trata, está escrito con el más absoluto de los respetos.