jueves, 22 de abril de 2010

EL DEBATE SOBRE EL VELO


Ha sido mucho el ruido mediático levantado a raíz de que en un instituto de Madrid se le prohibiese ir a clase con velo a una alumna musulmana. Vuelve a resurgir la polémica sobre el uso de esta prenda en los centros públicos de enseñanza. El tema no sencillo, y se hace necesario analizar con detalle todos los aspectos que intervienen en el asunto para no sacar conclusiones precipitadas. La primera cuestión sería valorar si el velo es un símbolo religioso o cultural, si es impuesto o voluntario y si supone discriminación hacia la mujer. Veamos lo que tenemos:
En la mayoría de los países musulmanes la cultura, las costumbres e incluso las propias leyes, están íntimamente ligadas a la religión. Por lo tanto, el comportamiento de los individuos que componen estas sociedades está condicionado por la presiones que las mismas ejerzan sobre los que intenten apartarse de las normas impuestas por sus líderes religiosos, que controlan todos los aspectos de la vida. Podemos deducir por lo tanto que en estas condiciones, ciudadanos con escasa o ninguna fe se verán obligados a seguir los ritos y obligaciones de la religión imperante o de lo contrario, sufrir en sus carnes las negativas consecuencias que de ellas se deriven. No olvidemos que en países como Arabia Saudí, Irán, Afganistán, Sudán, Nigeria, etc., supondría consecuencias no sólo de índole social sino también legal, al aplicarse en ellos la sharia.
Las religiones monoteístas, cuando han podido intervenir directamente en la organización de una sociedad, lo han hecho recortando libertades. Siempre han estado aliadas con el poder establecido, y cuanto más reaccionario ha sido, mejor. Se han justificado o directamente estimulado guerras, se aceptó la barbarie de la esclavitud con la afirmación de que los negros y los indios no tenían alma, se ha intentado por todos los medios impedir los avances científicos, y la idea de Dios ha estado al servicio de la represión de cualquier opción de vida que estuviese al margen de los marcos establecidos. Es una falacia absoluta afirmar que las Iglesias hayan contribuido de forma positiva en las conquistas de los derechos humanos, civiles o políticos de la población. Más bien ha sido todo lo contrario: bendijeron la explotación en cualquier forma, se pusieron de lado de la burguesía en las luchas sociales, jamás se movieron a favor del sufragio universal, ni de los derechos de la mujer o las minorías... Estos derechos son consecuencia del pensamiento ilustrado, caracterizado por la secularización y la lucha contra la superstición y los dogmas de una fe opresora.
En los países musulmanes no ha habido Ilustración y no existen la secularización, ni la separación entre Iglesia y Estado. El uso del velo es una exigencia religiosa y no depende del grado de fe de la mujer en las enseñanzas derivadas del Corán, sino de la presión social a la que está sometida pues no existe la posibilidad de elegir. Desde este punto de vista, si el velo es símbolo de algo, es de autocracia y ausencia de libertad. En realidad es una imposición masculina maquillada por el hecho religioso que, salvando las distancias, tiene la misma raíz que la ablación. Esta es una materia del todo inaceptable en un país socialmente avanzado, donde el multiculturalismo no puede convertirse en el pretexto que permita situaciones de marginación o coacción.
Hasta aquí el hecho general, ahora habría que concluir si este país está legitimado para prohibir el uso del velo en los centros públicos de enseñanza. El problema es que no podemos poner como ejemplo a Francia, que ha apostado claramente por la laicidad y donde el Estado ha roto con todas las confesiones religiosas, no las fomenta ni las protege y mantiene una absoluta neutralidad. En consecuencia, en el estado francés sí está justificado prohibir que en los colegios e institutos públicos se utilice de manera ostentosa cualquier símbolo religioso.
España es otra cosa, porque la Constitución la define como aconfesional y ningún gobierno se ha atrevido a apostar por caminar en dirección opuesta: En consecuencia se colabora con las diferentes confesiones, se mantiene la firma del concordato con el Vaticano y se le da un trato especial a la Iglesia Católica. El estado trata de mantener la imparcialidad, pero no es neutral: En las escuelas se dan clases de religión aunque no sean curriculares (incluso las llegan a impartir sacerdotes o monjas y nadie les impide la entrada a las aulas aunque lleven sotana o hábito), e incluso se justifica la falta de un niño a clase cuando se celebre alguna festividad de tipo religioso. Desde este punto de vista no existe legitimidad alguna para obligar a una persona a esconder su religión, por mucho que nos pese a algunos.
Tiempo ha habido para cambiar las leyes, y nadie ha hecho nada. Lo que resulta inadmisible es que paguen las consecuencias de la timorata actuación en materia religiosa de nuestros representantes, las alumnas que por obligación o convencimiento se pongan el velo. No olvidemos además que a todo lo ya comentado se le suma su derecho a la educación, salvaguardado en nuestra normativa legal... Esto nos pasa porque el estado español sigue en el limbo en materia de religión, así que la nota no puede ser más que de suspenso.

6 comentarios:

Jony dijo...

Yo en ese debate soy muy claro.

Hay unas normas que impone los organismos, las escuelas, etc...y si quieres ir debes de atajarlas y si no, pues te vas a estudiar a tu casa o a otro sitio que puedas hacer lo que te de la gana.

Por ejemplo, (que no es el caso). Yo vivo en una ciudad de nudistas y mi filosofía es nudista, entonces voy a estudiar desnudo. Son mis creencias y deben respetarlas???

Siempre he ido en contra de todos aquellos que quieran imponer sus costumbres en un país que no es el suyo, deben respetar las costumbres y normas del país que los acoje.

Yo por ejemplo en Inglaterra fui tan bien integrado, tan bien tratado...fue para mi una de las mejores experiencias de mi vida, porque jamás y digo jamás, sobrepuse una de mis creencias o costumbres españoles a las suyas.

Así de claro. XD

Jony dijo...

hablando de religiones. A mi me parece bien su religión y todo eso y creo que no puedes imponer la católica en las escuelas...perfecto.

Ya hasta puedes elegir entre otras clases, pero el velo es por como va vestida dentro del aula.

Hay unas normas que te dan en varios folios cuando inscribes a los niños en un colegio y se debe de leer. Se dice claramente como deben ir vestidos, los peinados etc...Ya que es una norma de la escuela. Si no la quiere respetar por su religión pues para casa y que se cree una escuela solo para esta gente, que ya esta bien de tanto pisoteo y falta de educación en esa materia.

Porque si sigue así la cosa, voy a sacrificar corderos en donde quiera porque mi religión asi lo dice.

Nieves De la Rosa dijo...

El velo me parece un símbolo claro de represión en todos los sentidos y como tal, debería de desaparecer hasta en su país, de todos modos me uno un poco al comentario anterior en cuanto a que cuando se está viviendo en un país extranjero, lo normal es que se adopten ciertas costumbres de ese lugar y no al contrario.

Lo que nos faltaría es que encima se aprobara una ley para que los extranjeros puedan acudir a las aulas con velo, atentando descaradamente a los derechos humanos, pero no lo pongo demasiado en duda porque como en España el estado le da palmaditas en la espalda a la Iglesia, que por otro parte (en contra de lo que predica) no hace nada en favor de esos derechos mas que mirar para el otro lado y posicionarse junto a los poderes, esa es nuestra Iglesia. Pues ya digo, al ser un tema que toca lo religioso, cualquiera sabe!

Lo que está claro es que no tenemos que adaptarnos a ninguna religión ni costumbres ajenas, comprenderlas y solidarizarnos sí, pero aceptarlas no.
Cada país tiene las propias.

Mara dijo...

Complicado discurso...libertad individual?... sometimiento de la mujer al hombre? hecho religioso?
Efectivamente la asignatura pendiente que ningún gobierno de este país se ha atrevido a tocar es el tema religioso. En el siglo XXI y nuestro Estado aún no es laico...¡Increíble!.
Aunque cuidado con la intolerancia que sólo nos lleva al desencuentro.

Un saludo.

Rita dijo...

Pues yo al 50%, me pongo de parte de Joni y Nieves cuando dicen que "donde fueres haz lo que vieres", o sea que cuando vamos a otro país debemos adaptarnos a sus costumbres y normas, por ejemplo, si yo voy a un país musulmán me tengo que cubrir la cabeza obligatoriamente, y no se ocurriría protestar, si no estoy a gusto me voy. Pero también me pongo de parte de ti, Paco, cuando dices que nuestro gobierno no termina de actuar como se debe en materia de religión, ya es hora de que un gobierno socialista acometa la tarea de cambiar las cosas, nuestro país debe ser laico, es por eso que ahora tiene las manos atadas. Pues que espabilen, que ya está bien de paños calientes.
Un buen tema este, un abrazo

El caimán de Legutiano dijo...

El tema de las religiones y el "máximo respeto" a las creencias religiosas de cada uno siempre me ha dado qué pensar. Ese muro impuesto que actúa de coraza contra cualquier pensamiento racional es la excusa perfecta para no opinar y debatir sobre el fondo del tema, tal y como yo lo veo... ¿Es necesaria la religión? ¿Es realmente bueno enseñar a creer en algo? ¿Debemos "respetar" que se transmita una ideología basada en la mentira, en la incultura y en la manipulación?
Ya está bien de cuentos chinos, yo francamente, no encuentro nada bueno en ninguna religión y creo que ya es hora de que en los colegios se den clases de ateología para descontaminar y desmentir todo lo dicho durante tantos siglos, así daremos un paso hacia adelante.
Pero hay religiones malas y las hay peores aún. El caso del pañuelo no sólo es degradante para la mujer, ( e indirectamente para el hombre) es también un paso de imposición de una cultura medieval que a mí sinceramente no me interesa lo más mínimo que mis hijos la tomen como algo natural.

Creo que cuando alguien sale de su país con el propósito de intentar encontrar una vida mejor, tiene que tener los ojos y la mente lo suficientemente abierta para el cambio, no arrastrar toda la porquería que traía consigo. En ese caso, mejor que vuelva a su casa a hacer los cuadernillos de verano y viaje cuando se sienta preparado.
Pienso que mientras sigamos "respetando" las creencias religiosas, en realidad estaremos favoreciendo el crecimiento de dos pensamientos enemigos, la cultura musulmana y la cristiana. Ambas manipuladoras y creadoras de conflictos y guerras desde hace siglos( aunque nos lo camuflen con el cansino "amaos los unos a los otros")

El caso del pañuelo es un pulso de imposición religiosa que no se debería de aceptar, pero tiene que haber una educación que hable con franqueza y propia del siglo XXI, sin fantasmas ni demonios.

Y no me refiero solo a los colegios, esto es un problema de adultos, si no siguieramos tanto el juego a la religión cristiana entenderíamos mejor la prohibición del pañuelo, ahí Francia nos lleva ventaja.

Conclusión: ya está bien de tratar como "sagrado" las creencias de cada uno. Es hora de empezar a pensar que el pensamiento religioso (sea cual sea) no tiene ninguna base científica, con lo cual sólo sirve para manipular y someter a los pobres creyentes, hasta el punto de obligar a su mujer o a sus propias hijas a ir tapadas hasta la nariz, o a echar al cepillo los pocos euros que tienen para alimentar a la organización más rica y poderosa del mundo, como es la iglesia católica.