miércoles, 3 de marzo de 2010

DOGMÁTICOS


Izquierda, derecha, delante, detrás...
La injusticia no sabe de ideologías
cuando sale a la palestra
a ejecutar sentencias inmorales
metódica y fríamente.
El baile es muy conocido
y ha dejado unos cuantos
milloncejos de víctimas por aquí
y otros tantos por allá
a lo largo de la historia
Pero... ¡Abracadabra!
Es el momento de la magia:
El dogmático encuentra siempre
dentro del sombrero
una explicación para la infamia:
Las culpas son para los que la sufren,
es fácil encontrar explicaciones
porque el catálogo es extenso:
Traidores a la patria, herejes, espías,
conspiradores judeomasónicos,
conjurados con el capital...
¡Todo con tal de matar la disidencia,
señoras y señores!
y darle un descabellado sentido
a lo que no nunca podrá tenerlo
con una facilidad pasmosa.
Milagros del sectarismo,
oscura certeza para las lágrimas secas
de tantos ojos muertos
que descansan en los cementerios
sin demandar ya nada,
pero que se levantan cada día
para escupirle sangre
a la locura de la memoria humana.

2 comentarios:

Ana María dijo...

Muy interesante la reflexión con la que nos dejas... ¡La verdad!, ¿Qué es la verdad? , ¿Qué verdad?...

No hay verdades absolutas. Me considero una persona de fe, pero no dogmática. Lo que puede valerme a mí, a tí no. Y viceversa...
Los dogmas o las imposiciones que a lo largo de los siglos los gobiernos, instituciones y hasta el propio seno familiar (esas "tradiciones" arraigadas en el machismo) se han pretendido aplicar siempre sobre la base de injusticias, sangre y muerte, castigando a los que dudan, cuestionan, investigan, para confirmar o echar por tierra el dogma establecido como verdad.

El fanatismo dogmático no entiende de tolerancia, de respeto mutuo y de libertad ideológica y de conciencia. La pasión de dominar se carga de un plumazo todos estos valores...

No conozco otro camino que la incertidumbre para conocerme un poquito más. No conozco otro camino que la búsqueda permanente...

Pacogor dijo...

El poema tiene una connotación general, evidentemente. Pero ha surgido a raíz de lo que está sucediendo con la muerte de Orlando Zapata. He leído unas increíbles declaraciones del actor Guillermo Toledo (alguien que se ha caracterizado siempre por su conciencia social), en las que tilda al fallecido disidente cubano de 'preso común manipulado por la oposición al régimen castrista', dando con ello crédito a la campaña que los medios de comunicación de la isla han lanzado para justificar lo injustificable.
Que alguien que dispone de toda la información que necesite para valorar el hecho, caiga tan bajo al hacerlo demuestra lo cierto del refrán: 'No hay peor ciego que el que no quiere ver'...