domingo, 7 de febrero de 2010

SONRISAS


Fue sorprendente
que en una tarde de cualquier día,
el roce casi imperceptible
de dos miradas
pudieran convertirse
en un punto y aparte
de una tarde de cualquier vida.

Estuvo a punto
de estallarme el corazón
cuando detenida allí,
tras el sol que se ocultaba,
tu sonrisa
parecía esperar
un encuentro con la mía.

Pero sólo fue un espejismo:
la mayor parte de las veces
las sonrisas de esa clase
están lejos,
en algún remoto lugar
donde no existo,
salvo como una circunstancia
fugaz y efímera
de una tarde de cualquier día.

3 comentarios:

Ana María dijo...

!!!Sonríe, por favor!!! La sonrisa ensancha el corazón y nos devuelve la paz con nosotros mismos.
Y que no nos falten los sueños, amigo mío, la fe de un recuerdo, la esperanza de un reencuentro con otra sonrisa cómplice... A veces lo que menos importa es que sea realizable o no, sino la facultad de soñar que nos hace sentir vivos y nos arranca alguna sonrisa...

Pacogor dijo...

Que importantes son los que tienen la capacidad de hacernos sonreír. No hablo de la carcajada fácil, sino de la fértil sutileza de una sonrisa que nos abona el alma, cicatrica las heridas, y contribuye de manera decisiva a congratularnos con la vida...

Rita dijo...

Pero que bonitas son esas sonrisas que te hacen también sonreir