martes, 9 de febrero de 2010

PROSTITUTAS


Se esfuerzan para que la mirada
oculte un suspiro de agonía
por las malas noches
y los largos días consiguientes.
Sus sonrisas casi muertas
esperan un contrato fugaz
donde se traicione al amor
a cambio de unas monedas.
Los sentimientos se frustran:
Una peluca rubia,
las largas piernas al aire
y el exceso en el maquillaje,
transforman la belleza natural
en una parodia de incitaciones.
Las esperanzas moribundas
acaban siendo la razón
por la que los colores
se vuelven grises
y donde la ternura se hace reja,
acaba por convertirse
en una cárcel de frustración.
Prostitutas de la calle
recostadas contra la oscuridad,
compañeras del frío
que llena implacable sus entrañas,
mientras la soledad
espera pacientemente turno
para limpiar el sudor ajeno
que mancha su naturaleza
de mujeres puras.

2 comentarios:

Ana María dijo...

Más allá de la hipocresía de la sociedad, más allá de la visión
estereotipada que muchas veces se presenta en los medios de comunicación, existe una realidad que se crea y se transforma en el mundo de la noche.

Ellas son, tal vez, el elemento primordial de esa cultura de la noche y también son las más afectadas.

Quizás observándolas sin pintura,
sin adornos, sin esconder nada y, escuchando sus testimonios se
pueda ver más allá de los prejuicios... Se pueda ver la lucha de la prostituta por la vida, su pelea diaria por la dignidad...

No tienen derecho a sindicatos, no tienen el apoyo de los partidos ni de derecha ni de izquierda...

No es cuestión de ver en ellas mujeres felices o desgraciadas, es cuestión de ver en ellas mujeres con una historia a sus espaldas...

Pacogor dijo...

Touche. Igual yo lo diría más alto, pero no más claro.