lunes, 15 de febrero de 2010

MUJER DE CANELA


La vida tomada
como un reto
sin términos medios
ni remilgos superfluos,
autosuficiente y franca,
superando las dudas,
femineidad que eligió
su propio mundo
negándose a aceptar
la mediocridad
que se le ofrecía...
Otras querrían
tener tus arrestos,
seguramente envidian
la libertad con que respiras
y cómo desprecias
las necias moralinas
y a los que tratan
de dominar tu rebeldía…
¿Y dónde quedo yo?...
Para mí fuiste
en un momento puntual
un enigma inexplicado,
creo que eso ya lo sabes.
Ahora me asombro
de las sinergias
y enarbolo con orgullo
la bandera de tu amistad.
Pero te confieso
que el deseo será
un elemento perturbador
pues se funde en mi alma
para hacerme perder
la batalla de no ansiarte,
mujer de canela.
Eso no significa
que no te respete,
creo que también lo sabes.
Es sólo que hace tiempo
que no caía a mi vera
una naranja del mismo árbol
del bien y del mal...
Será que al fin y al cabo,
no estás muy lejos
de un legítimo paraíso.

2 comentarios:

Ana María dijo...

Bueno, a veces vale más tener la amistad de alguien que perderla definitivamente por insistir en un deseo que no puede realizarse...

Pacogor dijo...

Pero también podemos pecar por defecto: Puede que el temor a las consecuencias de intentar hacer realidad nuestro sueño nos impida hacerlo realidad... Siempre he preferido que mi pecado sea por lo contrario