ESCRIBIR SOBRE LOS SENTIMIENTOS

Escribir sobre los sentimientos
es hablar de tristeza y alegría,
del sol, la esperanza,
de la ternura, el beso, la lágrima...
Es hablar del verano, el calor de tu cuerpo,
el mar, la vorágine,
la quietud, el temblor, el miedo.
Es hablar de labios resecos
y un golpe de calor en los vértices
del alma estremecida por la sed...

Escribir sobre los sentimientos
es hablar de las eternas preguntas,
de los interrogantes que se alargan
tratando de hurgar en el futuro
intentando averiguar dónde está el límite
que habrá de apuñalarnos,
que conseguirá cortarnos el aliento,
y acabar con el verano, el mar,
los sentidos, el hambre, la certeza...

Escribir sobre los sentimientos
es hablar de cuestiones importantes
que nos unen a ti y a mí,
porque somos algo muy parecido,
con la misma respiración, el mismo cansancio,
las mismas ganas de vivir, de ser felices,
de encontrar un oasis de ternura
en medio del desierto que a veces nos acecha...

Escribir sobre los sentimientos
es hablar de miel enroscando tus amores,
de una queja que se quedó en el silencio,
de silencios que arrancaron lamentos
y alguna lágrima furtiva
que apenas araño el aire y se deshizo,
porque el verdadero dolor
lo escondemos bajo el manto del recato
y quizás hasta con un punto de avaricia...

Escribir sobre los sentimientos
deberían ser palabras
que se desborden como un río desbocado
para hablar de una mujer que siente lo yo siento,
y que una voz de sobra conocida
te repita esas cosas que hace tanto no te dicen,
creando mariposas en el estómago
tan livianas y sin embargo tan necesarias
para ti, para mí y para todos...