jueves, 26 de noviembre de 2009

BIENVENIDA


Deberías ser libre
para venir si lo deseas
y yo me ofrezco voluntario
para recibirte
con los brazos abiertos
y el alma limpia de recelos.
Lo demás son leyes
que mantienen la inmoralidad,
detestables formas de pensar,
execrables maneras de sentir.
Ni a ti ni a mí nos importan
ni el color ni las costumbres
cuando se respira tolerancia:
Tú te limitas a sortear
todos los obstáculos
con empuje y valentía;
yo a darte la bienvenida
contagiado de tu esperanza
y sembrando una sonrisa.
La siguiente etapa
la recorremos de la mano:
Nacionalizarte isleño,
uniendo nuestros corazones
para fundar un futuro
de respeto y mestizaje,
en la tierra que yo amo
y sé que aprenderás a querer.

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