sábado, 3 de octubre de 2009

UNA VIDA


Quiero una vida llena
y que los recuerdos
no sean lo substancial.
Una vida de silencio
que talle mi muerte.
Quiero una vida
de un mar claro y profundo
para anclar mi cuerpo
sin prisa alguna.
Una vida cálida
que riegue el árbol
de los días infértiles.
Una vida de poesía
y voz herida,
de hombre
ebrio de angustia...
Quiero morir la vida
muy despacio
para reírme de las noches
que se llevan
mi cuerpo herido.
Quiero una vida
sin fríos de muerte,
y en la que el corazón
se sienta recompensado.

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