jueves, 8 de octubre de 2009

TIEMPOS DE AMAR


Tenemos que aprender
a conocer el tiempo de amar,
a saber decir de pronto:
tómame en tus brazos
y déjame estar ahí,
porque lo necesito.
Tenemos que saber
que el auténtico oro
que esconde el tiempo
es el tesoro de amar,
y que la vida puede estar
de pronto concentrada
en la dulzura de un silencio
o en la caricia de una mirada.
Tenemos que asimilar
el no asombrarnos
de la atracción mutua,
el no extrañarnos
de que estalle un sentimiento,
el no asustarnos
por lo incierto del futuro.
Tenemos que apostar
a no hacernos daño
y ser felices compartiendo
el contento y el tedio,
los triunfos y los fracasos,
horas de noches encendidas,
minutos llenos de ternura,
rutinas de cariño e intimidad
en los siete días de la semana,
los doce meses del año,
las cuatro estaciones,
las jornadas laborables,
las tardes de domingo...
Todo eso que, en resumen,
llamamos vida.

1 comentario:

Rita dijo...

Y no perder el tiempo, ese que nunca vuelve. Un beso