miércoles, 12 de agosto de 2009

CONTRAPESO


La nada nunca será nada
si todo es susceptible
de ser compartido.
Nada se torna en todo
si estás tú para convertir
las cenizas del pesimismo
en trocitos de ilusión
que avivan la llama
de los sueños perdidos.
Cuando grito ¡todo!,
el eco me devuelve
retazos con tu nombre:
Porque contigo
todo se me hace poco,
y sin ti estaría
muy cerca del vacío:
siendo muy generosos,
sería una vida
muy cerca de la nada.




A D. José Hierro, por el poema que dio orígen al que aquí figura, y a la persona que me lo dio a conocer: Porque la esperanza es el mejor remedio contra el abatimiento.

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