sábado, 4 de julio de 2009

TORMENTA


Me gustaría romper
el valor de las escolleras
en esta tarde entumecida,
para descubrir una verdad
escondida en tu boca,
y encontrar en nuestras lenguas
una deuda de tiempos,
un valor que no se extingue
por el silencio,
ni se apaga porque tu espalda
no parezca conocerme
y excluya el ansia
de sentir mis dedos
atracando en tus puertos.
Recuperar de esa manera,
hermosa y tierna,
el auténtico valor de la vida,
tal que una brisa
que recapacite en mi rostro
y me hable de ti...
Notar el color del mundo
atravesando el aire
aunque fuese en un instante,
pero suficiente para percatarnos
de que el sol se rehace
tras el horizonte
y fabrica versículos de un futuro
en que tu cuerpo
se estremecerá al sentir mi voz,
como yo me emociono
al considerarte.
Mientras, el verano
se apodera de las horas,
y entre mis piernas sigue creciendo
la fuerza de las olas,
para que yo te reciba
cuando vengas
como una tormenta desatada
.

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