lunes, 22 de junio de 2009

VOCES


A veces miro el horizonte,
de las viabilidades de futuro
y veo un misterio
con nombre de mujer...

Me hablan de ella los ecos del mar,
el barrunto de los barrancos,
los sonidos y los libros,
las vigilias y los sueños,
la belleza, el arte, la ciencia,
lo sensible, lo delicado y lo tierno….

Me hablan los silencios, los susurros,
el presente y lo posible,
la risa, el dolor y la esperanza,
una compañía y decenas de ausencias
las mil y una noches de la soledad…

Me hablan los murmullos,
las canciones por todos conocidas,
las certezas y las dudas,
los conferenciantes, los vagabundos,
los que caminan en mi misma dirección
los que conducen en sentido contrario…

Me hablan los afectos, los que sufren,
el inmigrante de tierras lejanas,
los que hablan otro idioma,
los que se manifiestan en las calles,
el respaldo al que calla por miedo,
los derechos inalienables,
el compromiso y la solidaridad…

Me hablan de ella la nada y el todo,
el casi y el por qué, el quizás y lo innegable,
los textos y las texturas,
la necesidad de ser entendido,
la facultad de elegir,
el asombro por lo sorprendente,
la voluntad de estar acompañado...

Voces que me llegan
desde cualquier espacio
y en todas las maneras de lo posible,
a medida que la vida se transforma
en la dualidad donde existiremos
siempre libres, radicalmente juntos.

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