jueves, 4 de junio de 2009

AL ALBA


Fue una especie de sortilegio
parido en las entrañas de la tarde:
Hubo una estrella
surgida al alba de un casual
que despertó aconteceres.
Nació en la memoria
como un hecho fortuito,
pero dejó su huella accidental,
trasladando esencias de alborada
hasta la arena de mi playa.
Surgió de improviso lo perplejo,
porque podría ser una caricia
para los devenires diarios,
interrogante de luz matutina
que podría matizar el semblante
de las pequeñas grandes cosas
que dan luz a lo sombrío.
En las horas encontramos
una posibilidad de amar la vida,
por encima de los ojos
que destruyen la génesis del Universo.
Y podría... Ser el manantial
del que se pueda beber,
podría ser lo evidente,
mucho más allá de cualquier enigma...
Podría ser simplemente el comienzo
de aconteceres valiosos
y un futuro que se imponga
sobre la estela de los recuerdos.

2 comentarios:

Alba dijo...

Afortunadamente la magia está aquí… sigue aquí silenciosa y paciente esperando su momento. No hay varitas, ni pociones, ni hadas…ella está en las pequeñas cosas. En la mirada serena, en la palabra certera que nace del corazón, en el beso, en la risa, en el aire que revuelve el pelo, en el sol que acaricia la piel, en el olor a limpio de las sábanas, en las pequeñas rendijas entre sueño y sueño…

Pacogor dijo...

Absolutamente de acuerdo. Y de que existe la magia no tengo la más mínima duda