lunes, 4 de mayo de 2009

SEGÚN LA FAES, EN ESPAÑA NO HUBO FASCISMO

El revisionismo histórico está alcanzando cuotas de desfachatez verdaderamente inauditas. Leo con asombro y rabia que el último número de Los Cuadernos de Pensamiento Político de la Fundación FAES contiene un artículo del catedrático de Derecho Político Manuel Ramírez, donde se sostiene que el Franquismo no fue un régimen fascista, al caracterizarse por la ausencia de cualquier ideología que no fuera perpetuarse en el poder.
Según ese argumento, la ausencia de una base ideológica es la que posibilitó precisamente la caída del régimen una vez desaparecido Franco.
Por lo visto no existieron la Falange, las ejecuciones en masa, los represaliados, los hijos del exilio, los campos de concentración, la concepción militarista de la sociedad, la policía política, el miedo, el control férreo de la opinión pública, los saludos a la romana, el cara al sol, la obligación de pertenecer a un Sindicato Vertical y el ultracatolicismo.
Tampoco importa demasiado que la mayoría de las dictaduras en América Latina tomasen como ejemplo el régimen franquista para instaurar gobiernos parecidos. Que sencillo es omitir una opinión, cuando se carece de vergüenza para manipular los datos históricos como a uno se le antoje y utilizamos la retórica como arma para darle la vuelta a la tortilla ideológica.
Recordemos que la Fundación FAES la preside José María Aznar, nuestro ínclito expresidente, que no se resigna a mantener oculta la cara autoritaria que siempre tuvo.
Para aminorar el efecto que me ha producido, he recurrido a uno de mis compositores favoritos: Chico Buarque. Un poeta enorme, que no dudó en posicionarse contra la dictadura brasileña y nos ha legado un trabajo impresionante, mezcla de intimismo y denuncia social. Su trabajo sentó también las bases de la renovación de la música en Brasil.
Esta canción, compuesta a medias con Milton Nascimento, es especial, porque es una muestra de la lucha contra la censura, jugando con el significado de las palabras para lograr transmitir el mensaje que se pretende hacer llegar a quien la escuche. Hasta tal punto de que en un momento cita a la dictadura denominándola ‘La Santa’, pero eligiendo ser hijo de ‘La Puta’, o lo que es lo mismo: La democracia.
Esta versión acaba con unas imágenes de un recital donde les fue retirado el sonido para que no pudieran cantarla.
Digan lo que digan, existieron los fascismos. Y no cayeron por inercias extrañas, sino por el esfuerzo personal de los que se posicionaron en su contra
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1 comentario:

Unknown dijo...

Buscando en google información sobre este desvarío, saltó este blog que comparto plenamente. Curiosamente, me disponía a escribir algo en sentido parecido, porque a mi siempre ese señor bajito de bigote, me recordó a otro en la historia. Lo padecimos 8 años, y en la última formando parte del trío letal de las Azores. No es de extrañar que apadrine, revisionismos históricos de este calibre.
http//:joseorive.blogspot.com