Yo te maldigo, mes de mayo de 2009: Maldito seas para siempre: ¿Quién te crees que eres? ¿Cómo puedes hacer lo que estás haciendo? ¿Para quién trabajas, con qué maquiavélico plan estás colaborando? ¿Por qué nos haces esto, acaso te complace en dejarnos huérfanos de referencias?...
Me estoy hartando de redactar obituarios. Hace un par de días fue Antonio Vega, hoy abro los ojos en esta terrible mañana con la noticia del fallecimiento de Mario Benedetti. Sabía de su enfermedad, pero uno, en lo más hondo de su alma, alberga la esperanza de que alguien así ha de estar vacunado contra la muerte. Podría escribir lo de siempre: hablar de la tristeza, que el cielo llora la muerte del poeta... Pero ni siquiera tengo ese consuelo. Me he asomado al balcón de casa, mareado aún por la magnitud de la pérdida y resulta que es una mañana espléndida de sol y luminosidad.
Quizás sea porque Benedetti se niega a que lo lloremos, él que fue entre muchas cosas el poeta de la alegría. Pero hoy no puedo hacerlo. No tengo fuerzas para escribir esta nueva despedida -que odio tanto tener que hacer- sin llorarle, sin sentirme terriblemente solo por su pérdida.
Hace muchos años, cuando era un jovencito que comenzaba a respirar un aire de compromiso con la vida, me llegaron sus poemas de la mano y la voz de Daniel Viglietti. A pesar de tantas persecuciones que hubo de sufrir por haberse convertido en símbolo contra las dictaduras del cono sur latinoamericano, en mi corazón dejó de ser un poeta del exilio. Allí echó raíces y ayudó a modelar mi forma de respirar, de amar, de rebelarme ante las injusticias y de intentar siempre serle fiel a un maravilloso e irrenunciable concepto, el de la alegría de vivir: Es la mejor bandera bajo la que cobijarse y en ello seguiré a pesar de lo que ahora siento.
¿Cómo decirle adiós al que considero uno de mis mentores? ¿Cómo acabar estas letras siendo fiel a su espíritu, no traicionando su ejemplo? En mi fatua estupidez he querido escribir como él lo hacía, he intentado asemejarme a este paradigma del compromiso que nunca permitió que las ideas le separaran de la vida: el amor, la conciencia cívica y el convencimiento de que los verdaderos héroes están entre la nómina de los ciudadanos normales y es allí donde uno puede reencontrarse con la dignidad humana. De eso se trataba, ¿verdad Maestro? De eso se trata, al escribir y al vivir:
Me estoy hartando de redactar obituarios. Hace un par de días fue Antonio Vega, hoy abro los ojos en esta terrible mañana con la noticia del fallecimiento de Mario Benedetti. Sabía de su enfermedad, pero uno, en lo más hondo de su alma, alberga la esperanza de que alguien así ha de estar vacunado contra la muerte. Podría escribir lo de siempre: hablar de la tristeza, que el cielo llora la muerte del poeta... Pero ni siquiera tengo ese consuelo. Me he asomado al balcón de casa, mareado aún por la magnitud de la pérdida y resulta que es una mañana espléndida de sol y luminosidad.
Quizás sea porque Benedetti se niega a que lo lloremos, él que fue entre muchas cosas el poeta de la alegría. Pero hoy no puedo hacerlo. No tengo fuerzas para escribir esta nueva despedida -que odio tanto tener que hacer- sin llorarle, sin sentirme terriblemente solo por su pérdida.
Hace muchos años, cuando era un jovencito que comenzaba a respirar un aire de compromiso con la vida, me llegaron sus poemas de la mano y la voz de Daniel Viglietti. A pesar de tantas persecuciones que hubo de sufrir por haberse convertido en símbolo contra las dictaduras del cono sur latinoamericano, en mi corazón dejó de ser un poeta del exilio. Allí echó raíces y ayudó a modelar mi forma de respirar, de amar, de rebelarme ante las injusticias y de intentar siempre serle fiel a un maravilloso e irrenunciable concepto, el de la alegría de vivir: Es la mejor bandera bajo la que cobijarse y en ello seguiré a pesar de lo que ahora siento.
¿Cómo decirle adiós al que considero uno de mis mentores? ¿Cómo acabar estas letras siendo fiel a su espíritu, no traicionando su ejemplo? En mi fatua estupidez he querido escribir como él lo hacía, he intentado asemejarme a este paradigma del compromiso que nunca permitió que las ideas le separaran de la vida: el amor, la conciencia cívica y el convencimiento de que los verdaderos héroes están entre la nómina de los ciudadanos normales y es allí donde uno puede reencontrarse con la dignidad humana. De eso se trataba, ¿verdad Maestro? De eso se trata, al escribir y al vivir:
Currículum
El cuento es muy sencillo
usted nace
contempla atribulado
el rojo azul del cielo
el pájaro que emigra
el torpe escarabajo
que su zapato aplastará
valiente
usted sufre
reclama por comida
y por costumbre
por obligación
llora limpio de culpas
extenuado
hasta que el sueño lo descalifica
usted ama
se transfigura y ama
por una eternidad tan provisoria
que hasta el orgullo se le vuelve tierno
y el corazón profético
se convierte en escombros
usted aprende
y usa lo aprendido
para volverse lentamente sabio
para saber que al fin el mundo es esto
en su mejor momento una nostalgia
en su peor momento un desamparo
y siempre siempre
un lío
entonces
usted muere.
Pero no me olvido de ti, mayo maldito. Nunca dejaré de repudiarte por lo que nos has hecho...
2 comentarios:
Es difícil decir adiós a personas como Benedetti, porque sin ellos el mundo se vuelve un lugar mucho más feo y oscuro. Nos queda el legado y el consuelo de su palabra, sí... Y también sabemos que todos tendremos que dejar la vida algún día, pero ¡qué duro es aceptarlo!. Como bien dice Mario en su "Curriculum", vivir es aprender, lo malo es que cuando ya has aprendido un poquito, ¡vas y te mueres! ¿No es absurdo?
En fin... lo cierto es que de ahora en adelante tendremos que aprender a vivir sin él. Sólo podemos darle las gracias eternamente por todo lo que nos ha enseñado y compartido con nosotros de forma tan generosa, y resucitarle un poquito cada vez que abrimos uno de sus libros y sus letras nos devuelven la esperanza, reconciliándonos con el mundo. Su "Defensa de la Alegría", por ejemplo, que es soberbia...
Un beso, Paco, de tristezas y esperanzas compartidas.
hola!
un abrazo en la universal tarea de alumbrar el camino con las letras de nuestro maravilloso poeta del alma!!
alimentando luces para descifrar el misterio de la indivisible fusión de la vida y la muerte...
Alejandra.
http://gomezmonteroalejandra.spaces.live.com
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