EN UNA MUJER

Imagen: Fotografía de Guerre (Sevilla-1957)

Entrar en una mujer
es llegar a casa,
y resucitar la dicha
del paraíso reencontrado.
Cuando la siento
aspirar el aire que nos une,
dilatar esa mirada
que decora el universo,
exhalar el sensualismo
que condensan sus poros...
Cuando su piel le brilla
como ya le gustaría a las estrellas
y pareciera morir
siendo sinónimo de vida...
Entonces ruego en silencio
para que esa prodigiosa conexión
no se desvanezca nunca,
poder así satisfacer
nuestros más íntimos anhelos,
reconocer el ideal del amor
y llevarlo al éxtasis,
cada vez que ella o yo
ejerzamos nuestro derecho
a ser libres para unirnos
en nuestro recíproco deseo...