jueves, 12 de marzo de 2009

MÁS ALLÁ

Imagen: 'Abrir la puerta', fotografía de Ilona Wellman Las historias se inventan por si solas,
uno sólo las escribe:
Un día quise inventar el futuro
para liberarme de su ceguera.
Decidí no compartirlo y que fuese sólo mío.
Pensé que podía jugar solo,
sin miedos en mi locura
porque conozco bien los precipicios:
Como si tuviese mil sentidos,
y en mis vuelos pudiese partir la aurora
en días profundos.
Nadie invadió aquél espacio,
pues nadie fue invitado a participar en el viaje.
Me sorprendió su llegada,
que despidió al verano y sembró el desorden
entre las hojas caídas del otoño.
Gasté mis manos para inventar formas,
acercarlas hasta ella y rodearla de ternezas.
Quería tejerle abrigos,
protegerla de los rigores traicioneros del invierno
y crear estrellas para guiarla.
Me alegré al descubrir que se turbaba
y sabía de instintos y hechizos.
Entre los árboles
abrió un camino hasta mis anhelos,
y mi cuerpo de barro
la acogió dichoso entre sus brazos.
Lo que no sabía, ni pude prever,
es que traía la tempestad en los ojos,
que estallaría cuando menos lo esperaba.
Pero sigo a flote mientras recupero las esencias:
Sé que nadie resulta imprescindible,
y el camino ha de ser una esperanza
más allá de cualquier decepción.

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