domingo, 4 de enero de 2009

HUIDAS


Cada vez que un niño
llora de hambre,
se muere una esperanza.
Cada vez que a un niño
le roban la inocencia,
un pájaro enmudece.
Cada vez que un niño
enferma de pobreza,
se hace realidad
el profundo vacío
de la inmoralidad humana.
Por eso huyen de África
las aves y los niños:
Es el ocaso
de un continente
que agoniza sin futuro.

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