ARMAS ESPAÑOLAS EN EL MUNDO

El programa televisivo 'Tengo una pregunta para usted', en el que un conjunto de personas elegidas entre todas las capas de la población entrevistaron al Presidente del Gobierno ha sido todo un éxito de audiencia. Lo vieron 6.432.000 telespectadores y tuvo una cuota de pantalla del 30,4 por ciento. Uno de los momentos más interesantes se produjo cuando un joven se atrevió a sacar a colación un tema que parece enterrado para los medios de comunicación y los diferentes partidos políticos: El de la venta de armas españolas en el extranjero. Parece una incongruencia que un gobierno que habla de derechos humanos y compromisos con la paz, no ponga objeciones a la venta de instrumentos de guerra, muerte y destrucción. Por vez primera se vio a Zapatero tenso en televisión y con la sensación de estar metido en un berenjenal del que no sabía como escapar. Más aún cuando se nombró a Israel como uno de los países compradores habituales de armas en nuestro país.
El Presidente argumentó que el total de armas vendidas a Israel arroja un dato insignificante, y hay que decir que no es verdad. Zapatero mintió, o realmente ni siquiera pudo imaginar que se tratase ese tema y opinó sin saber de lo que hablaba. Afortunadamente existe internet, y si uno se propone buscar información, la encuentra. Así he podido descubrir que el error fue doble:
Primero en las ganancias que obtuvo España vendiendo armas a Israel, que arroja una cantidad sólo para los seis primeros meses de 2008 (aún no se conocen las cifras del segundo semestre) de 1.551.000 euros.
Pero también dijo el Presidente estar convencido de que ese material no tenía 'componentes letales', por lo que no podría haberse utilizado, por ejemplo, en la aún reciente masacre humanitaria de Gaza. Al día siguiente, el Ministerio de Industria y Comercio emitió un comunicado para rearfirmar lo explicado por Zapatero puesto que, según esa versión, las partidas enviadas se correspondían con equipos de formación, imagen o contramedidas. O lo que es lo mismo: Que se trata de cámaras, equipos de formación de imágenes de infrarrojos y térmicas, y equipos sensores de imagen por radar para la localización nocturna de objetivos. Por estas ventas España obtuvo 1.460.888 euros. Pero aún nos faltan por explicar los 91.045 restantes.
Para desentrañar el misterio, sólo hay que recurrir al informe que el ministerio ha de presentar obligatoriamente al Congreso de los Diputados, y en él Amnistía Internacional ha descubierto que se exportó también "armas de cañón de ánima lisa con un calibre inferior a 20 milímetros" —fusiles, pistolas, ametralladoras, silenciadores, cargadores y visores— por ese valor en concreto. Y desde luego, eso sí son componentes letales. Resulta evidente que intentar enmascarar este tipo de negocios argumentando que son armas exclusivamente para la defensa, se cae por su propio peso: Todo material que es posible utilizar para la defensa, también puede ser usado para violar los derechos humanos. Y el que niegue esto, nos quiere hacer pasar por tontos. Además significaría violar lo establecido en la Ley sobre Comercio de Armas, que prohíbe su venta en caso de que "puedan ser empleadas en acciones que perturben la paz, la estabilidad o la seguridad en un ámbito mundial o regional, puedan exacerbar tensiones o conflictos latentes, puedan ser utilizados de manera contraria al respeto debido y la dignidad inherente al ser humano, con fines de represión interna o en situaciones de violación de derechos humanos".
Esto en lo que se refiere a Israel, pero en realidad las exportaciones a ese país sólo representaron el 0,6% de las ventas realizadas en 2007. Según industria, el 68,97% de las armas exportadas van a parar a países de la OTAN o la Unión Europea. El problema está en el 31,03 restante, que se reparte entre 36 países, que son los que preocupan a organizaciones como Amnistía, porque son lugares donde el respeto por los derechos humanos suele brillar por su ausencia, y en muchos de ellos se producen conflictos armados. Las cifras no son una cuestión baladí, si las comparamos a nivel internacional. Con el volumen de negocios del que estamos hablando, España se sitúa entre los diez primeros países exportadores de armas del mundo. Quizás por eso es un tema del que no se habla. Al fin y al cabo, el dinero es siempre el que termina mandando, incluso para un gobierno que se reclama defensor de la paz y la negociación para solucionar los conflictos internacionales.