jueves, 15 de enero de 2009

ALMA ISLEÑA


Mi vida es como la mar
cuando muere la tarde
en el esplendor del horizonte.
Mis recuerdos están llenos
de nubes lejanas
que hacen guiños a los barcos,
gaviotas que saludan
mientras juegan con el aire,
brisas reconfortantes
que inmolan el desaliento de los días,
trozos de espuma
acariciando unos pies cansados,
rubores de sangre
dando la bienvenida
a la hora del crepúsculo…
En ese espectáculo de vida
me siento integrado.
Mi ser íntimo
está conectado profundamente
en el sentir insular:
Con cada gota de agua,
cada grano de arena,
y cada gramo de sal,
han ido aflorando
los colores que modelan mi mundo.
Y en cada rumor, cada matiz,
cada verso y cada ritmo,
está impreso el fondo azul
que enmarca mi alma isleña.

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