martes, 2 de diciembre de 2008

Un amigo es siempre un amigo independientemente de su procedencia, el color de la piel o el acento de su voz. Lo que sigue es la carta desesperada de un compañero de trabajo nacido en Venezuela, una magnífica persona, al que las leyes de la injusticia amenazan con romper su círculo familiar: Su esposa y una de sus hijas están pendientes de expulsión, al no haber podido renovar el Permiso de Residencia y Trabajo que el gobierno concedió en su momento con tanto bombo y platillo, en el proceso de regularización de los inmigrantes ilegales. Para este país debería ser un honor acoger a gente como este hombre, que va haciendo el bien por donde quiera que pasa. Que diferencia, cuando aún resuena en estas islas el exabrupto racista de un significado personaje de Coalición Canaria y alcalde de una de las ciudades más hermosas e históricas de Tenerife, La Orotava, realizadas en el marco del Segundo Congreso Insular del partido. En ellas, Isaac Valencia nos advierte del peligro porque "estamos a merced de que el moro venga y nos lleve por delante". Sin comentarios.
Dicen que no es bueno comparar, pero resulta conveniente hacerlo de vez en cuando. He aquí el texto de la carta de mi amigo José Bolívar. También en este caso sobran los comentarios, pero exactamente por lo contrario:
CARTA DE UN INMIGRANTE EN ESPAÑA.

Hola, queridos amigos lectores, quiero empezar por agradecer a Dios por aquellos amigos que nos han dado su grato cariño y amor especial, sin importar nuestras razas y colores. No saben cuanto deseaba decirles que los bellos momentos que han podido darnos a mí y a mi familia, son los que hacen que desee quedarme aquí en este bello país, porque con gente tan hermosa como ustedes, Dios nos alivia de cualquier carga. De verdad cuanto les agradezco, porque la vida es dura, pero si estamos con el Señor todo lo podemos aceptar y pasar las pruebas, aunque a veces nos cueste dolor y lagrimas. Pero hay que ser valientes y seguir adelante gritando a los cuatro vientos nuestros testimonios de vida. No ha sido fácil llevar adelante una existencia de inmigrante en este país, desde que llegué solo a la península, a la Comunidad de Andalucía, allá por el año 2003, un 10 de agosto. Así empezó mi calvario, porque desde que pise esta tierra mi prioridad fue unir a mi familia, tenerla cerca y conmigo. Después de muchos avatares, Dios me dio la dicha de tenerlos a mi lado, no niego que fue y es una gran dicha y esa es mi fortaleza para seguir aquí, después de ese gran desierto que estaba pasando lejos de ellos. Brotó desde aquel entonces esa gotita de agua dentro de mi vida, viniendo a empapar de dicha el terreno del amor familiar. Para muchos que no saben en que mundo habitamos, les comento que empezó el gran reto de optar por la regularización de nuestros documentos de residencia y trabajo, que propuso el gobierno del PSOE bajo la gobernación del señor Rodríguez Zapatero. Gran alegría para los que obtuvimos ese documento en aquel momento, pero lamentablemente todo es pura vanidad de vanidades, ya que es ahora, cuando empezamos a pasar los malos tiempos de la famosa crisis que azota estos países de Europa, cuando empieza a verse el otro lado de la moneda y llega el contraataque de los que estaban en contra, y aprovechan para fastidiarnos la vida: En el momento de la renovación de los permisos, a aquellos que no tienen sus días cotizados reglamentarios se la suelen negar, y es cuando este gobierno con sus leyes demuestra que no le importa la situación de la unidad familiar. Es la gota que colmó el vaso, vemos como se destruye la estabilidad familiar, multiplicando las separaciones, sin importar como hemos logrado integrarnos en esta sociedad, perdiendo de golpe todos los vínculos con ella. Los que venimos a realizar un sueño, como es sacar adelante este país junto a nuestras familias, dignas y trabajadoras, lamentablemente vemos como nos atropellan, quebrantan todos nuestros planes, nuestros sueños y comienza la angustia de la amenaza de expulsión a nuestros países de origen, como si lo que hemos hecho por España no tuviese valor. Cuanto dolor es ver a hombres y mujeres desesperados al ver que les echan de su lado lo mas querido y contemplar unos hijos que quedan marcados en sus vidas, por tantas humillaciones que padecen por parte de los señores que se encargan de maltratar a sus padres, pues los obligan a unas largos y engorrosos tramites de cualquier documento, en un país que se jacta de hacerse llamar superdesarrollado. Espero que esta pequeña reflexión, hecha con el corazón de un padre inmigrante que sufre día a día junto a los suyos y a sus amigos estas humillaciones, les llegue a los señores del gobierno para que la tomen, no como una crítica destructiva, sino como una reflexión. Y de esta manera podamos construir la Europa que todos queremos, mas humana y conformada por familias unidas.

Si sientes en tu corazón ser voz por los que no tienen voz, hazte sentir llevando el mensaje de la lamentable realidad de las familias inmigrantes en Europa.

Atte: J.B.M.R.

SAN ISIDRO DE TENERIFE 18 DE NOVIEMBRE 2008.

2 comentarios:

Jony dijo...

No lo sabía, me acabas de dejar frío con esa carta.

Fíjate que si es buena gente, que aún viene a trabajar con una sonrisa amable en su rostro, tiene un semblante preocupado, pero una sonrisa amable para todo el mundo.

Espero que todo le salga bien.
El gobierno debería estudiar los casos y como él está trabajando dejar a su familia tranquila con él y no generalizar con otros que vienen para otros menesteres.

Yo siempre he sido de izquierdas, del Psoe con la época de Felipe González ya que hace 11 años, con 18 empecé a ejercer mi voto...pero te digo que lo que he visto última mente y cosas que me han sucedido, han perdido dos votos, el mío y el de mi pareja.

Tampoco me parecen fiables el PP y los de Izquierda Unida me parecen un esperpento cómico. Además las coaliciones y grupos canarios son meras marionetas de Peninsulares que jamás luchan por lo nuestro, así que haber si se cambian el nombre y dejan de engañar a gente mayor que no sabe muy bien de cómo va la política y los votan porque ponen Canarias en su nombre.

Te juro Paco y te lo digo ahora, que mi próximo voto y seguro que el de mi pareja (que aunque sea como soy la amo) será para Los Verdes, que además el planeta los necesita.

Pacogor dijo...

Imagina Jonay el desencanto de los que tenemos más años, y venimos de una epoca en que luchamos en la calle para que la democracia se instalara entre nosotros. Pero no podemos dejarla en manos de cuatro mangantes que o desconocen lo que significa, o se aprovechan de ella para satisfacer sus intereses. Por eso hay que seguir en la brega. Te doy la razón en que es una pena que la idea original de la aparición Izquierda Unida (que era brillante), haya acabado en la realidad de lo que ahora es.
Y en cuanto a los verdes: Bienvenido al club. Ahí es donde milito yo desde hace algunos años. Sabiendo lo que han hecho con el Paraíso donde tenemos la suerte de vivir, es una opción absolutamente imprescindible.