ROSTRO DE POEMA

Cuando te vi por vez primera,
en aquél preciso instante
en que nuestras miradas se cruzaron;
supe que tu rostro
era la llegada de un mundo
cargado de inspiración y poesía.
Así fue, en efecto:
Me arrastró con la fuerza del viento
hasta las páginas de la creatividad,
en un viaje fascinante
atravesando un mar de realidades
cargado de de olores, sabor y fantasía.
Tu rostro es un cuaderno abierto,
que incita a escribir
un último poema, una nueva palabra,
una inmensidad de vocablos...
Te convertiste en inspiración,
y ahora que nos asustan
la tempestad y las olas,
le pido a tu rostro que no dimita,
para seguir buscando en su amistad
el poema que nunca ha sido escrito
y jamás llegó al corazón de los hombres.
Musa de rostro tan querido:
Cuando te veo me anuncias belleza,
y eso me salva en esta época
que dejó hace tiempo de ser bella.
¿Me puedes decir qué escribir
si la raíz del mundo es una danza
llena de brasas y violencia?
Amo de ti lo que significa tu rostro,
rayo que alumbra ecos de inspiración
y estrella en el interior de mi pecho.
Por eso te pido en las horas oscuras,
que seas la amiga de mi libertad,
el reverso de todas las guerras,
y una concesión para que la amistad
pueda caminar satisfecha
bajo los arcos de la victoria
de la poesía, la paz y la sonrisa.