jueves, 9 de octubre de 2008

ESPERANZA


Te llamé así, esperanza,
cuando apareciste de pronto
para rozarme la mirada
y reunir los trozos rotos
del mar que me abrazaba.
Lo hice con delicadeza,
para no asustar
tus sensibilidades
y que la transparencia huyese,
dejándome cautivo
de los espectros que me habitan.
Te llamo así, esperanza,
con esta nueva familiaridad
que se manifiesta ahora
entre nosotros,
para que seas realidad en mis días
y pueda estar sujeto
a esta caricia abierta y libre
que reordena tu presencia,
mientras las estrellas
se cruzan en el cielo de la noche
significativas miradas
llenas de luminosidad y regocijo.

2 comentarios:

Ala Delta dijo...

Es una preciosidad,Su esperanza debe estar bien orgullosa

Pacogor dijo...

Gracias por su amabilidad, querida amiga. Por cierto: ya que me he tomado la libertad de referirme a usted con ese calificativo, le rogaría que considerase la posibilidad de dejar a un lado el usted en el trato, y me haga el honor de tutearme. Así no me siento más viejo de lo que soy (jejeje).