domingo, 27 de julio de 2008

SENCILLEZ

Sin adornos superfluos:
Ni pulseras, ni anillos,
ni pendientes, ni perfume,
ni colgantes, ni pinturas:
Sólo tú,
natural y espontánea,
con esa sencilla manera
de mostrarme
la perfecta sinfonía
de tus imperfecciones:
Perturbadora y lúdica,
sin ambages,
sólo con la intensidad
en la mirada
y un gracioso gesto,
que insinúa a la vez
incógnitas y maravillas:
Llevas la sonrisa en el alma
un despliegue de colores
salpicándote la piel,
y razones que perturban
en cada recodo
de las sendas que te surcan.