sábado, 10 de mayo de 2008

DESCUBRIENDO EL PARAÍSO

Imagen: 'La Manzana', fotografía de Chema Madoz
La miraba extasiado. Hasta esos momentos mágicos no había reparado en lo hermoso que era su cuerpo. Por primera vez advertía las diferencias, que le atraían con la fuerza de un imán mientras sentía algo completamente nuevo, una sensación desconocida y placentera que se deslizaba por la piel y al mismo tiempo quemaba por dentro... Resultaba sorprendente esa especie de apremio en que estaban atrapados sus sentidos. Notó que a ella le ocurría algo parecido, que se movía de una manera diferente, salvaje y retadora a la vez, y le fascinó descubrir en el fondo de sus ojos que se abría una nueva etapa en la relación que mantenían.
El discurrir de sus pensamientos se vio interrumpido cuando Eva, haciendo un mohín con los labios, se acercó lentamente, con la fruta en la mano.
-¿Te apetece otro trozo?- preguntó.
Y fue entonces cuando ocurrió el milagro: Los cuerpos al juntarse, la primera caricia, el primer beso...
Mientras, enroscada en una rama del manzano, la serpiente les miraba con una sonrisa complaciente. Por fin había logrado que descubrieran el verdadero Paraíso.

1 comentario:

VESNA ILIJINA dijo...

UN CUENTO PRECIOSO.
SALUDOS DE LA ISLA ENFRENTE