sábado, 10 de mayo de 2008

Cine: UN POCO DE CHOCOLATE


Me pregunto si será sensibilidad o sensiblería, pero me sorprende como con el paso del tiempo ha ido evolucionando mis gustos literarios o cinematográficos. Ahora las historias que verdaderamente me hacen disfrutar son las desprenden vida y emociones, que hablan de los sentimientos, que nos acercan a lo mejor y peor de lo que nos define como seres humanos.
‘Un poco de chocolate’ es una de ellas. Ópera prima del realizador vasco Aitzol Aramaio, es la historia de cuatro personajes y dos épocas de la vida: La vejez como despedida y la búsqueda de un sendero como adulto. Pero sobre todo nos presenta a Lucas, un entrañable anciano que vive con su hermana, y que ha comenzado a perder la cabeza, donde se mezclan recuerdos y realidad: Vemos a saltos el amor de su vida y a sus amigos como si los tuviera presentes, para revivir con ellos las aventuras de la guerra o en el trabajo, sus partidos de fútbol en la playa, o los besos de su mujer y sus despedidas subiendo al tranvía. Así se va apagando la vida de los dos hermanos, hasta que tropiezan con la fuerza de la juventud en la persona de Marcos, un joven que se ha alejado de sus padres al contemplar su marchito matrimonio, y que volverá a creer en el amor cuando conozca a Roma, una enfermera que vive su particular soledad.
Es una película de pequeño presupuesto, sencilla pero en absoluto simple, que gira conscientemente ante la figura enorme, extraordinaria, de Héctor Alterio, que vuelve a configurar un personaje del que acabaremos absolutamente enamorados. Es posible que se note el debut del director en algunas fases en que se resiente algo el ritmo narrativo, pero los que tengan la suerte de ver la película aprenderán que soñar es una buena manera de modelar el viaje que significa la vida. Los cuatro personajes nos enseñan que la sencillez es la respuesta a las grandes preguntas, y en el amor y la alegría de vivir están los antídotos contra la soledad y la muerte. Al final, los cuatro protagonistas logran subir a la cima imaginaria de una montaña que se les presenta como metáfora de la ilusión de vivir.
Una lástima que esté destinada a pasar desapercibida en la cartelera, entre tanta cacharrería artificial que nos llega desde la capital del Imperio Cinematográfico. Que sea este un pequeño grano de arena para intentar corregir esa injusticia.

Dirección: Aitzol Aramaio
País: España
Año: 2008
Duración: 96 minutos
Género: Comedia dramática
Intérpretes: Héctor Alterio (Lucas), Daniel Brühl (Marcos), Julieta Serrano (María), Bárbara Goenaga (Roma), Marian Aguilera (Rosa), Ramón Barea (Ángel), Gorka Otxoa (Matías), Mikel Albisu (Tomás)
Guión: Aitzol Aramaio y Michel Gaztambide; basado en la novela "Un tranvía en SP" de Unai Elorriaga.

1 comentario:

VESNA ILIJINA dijo...

No he visto la película, pero tal y como la describes me entran ganas. A ver si está en la cartelera todavía.
En cuanto al cine de los EEUU. en España hay una especie de adoración por ese cine. Hollywood ha muerte hace mucho tiempo, y de allí salen pocos filmes buenos últimamente. En fin, hay gente que idolatra ese cine, y desgraciadamente en España se pueden ver, salvo en los festivales de cine, pocas pelís de Europa.