Mi respuesta es un jamásrotundo y concluyente:
No a la trasmigración,
a revivir en otra especie.
No a una vida posterior,
ya sea en el cielo o en el infierno.
No al premio ni al castigo
por este presente
del que no me siento culpable.
No a caer en falsedades
para ser adoradores
de dioses creados a mayor gloria
de ciertos hombres.
No a un más allá,
ni aun siendo el paraíso,
cualquiera que este sea.
Tampoco el más acá,
repetición de una jugada
que ya tengo más que vista.
para ser adoradores
de dioses creados a mayor gloria
de ciertos hombres.
No a un más allá,
ni aun siendo el paraíso,
cualquiera que este sea.
Tampoco el más acá,
repetición de una jugada
que ya tengo más que vista.
Porque en este partido
mis razones nunca apuestan.
mis razones nunca apuestan.
El desafío es rechazar
la tentación de otro existir,
tras consumida mi ración
de este bodrio indigerible.
Otra vez no, por favor:
de este bodrio indigerible.
Otra vez no, por favor:
Con una ya es suficiente.
(Mi homenaje muy particular a un Poeta Maldito, el catalán José María Fonollosa)
No hay comentarios:
Publicar un comentario