lunes, 18 de febrero de 2008

A PESAR DE TODO, LA VIDA


Puedes morir por una idea:
La gente lo ha hecho
con arrojo y convicción
a lo largo de la historia,
dejando que sus cuerpos
paguen el precio
de convertir su memoria
en fuente de luz para todos.
Puedes hablar del dolor,
y dejar que tu espíritu
lleve una espina
más pesada que el plomo.
Pero esta mañana
en que el sol resplandece
sobre mi horizonte,
reflexiono sobre la revolución
de valorar las pequeñas cosas,
aquellas que otorgan
la verdadera esencia
de la felicidad.
Y es que cada mañana
nace generosamente el mundo,
te atrevas o no a disfrutarlo.
Seas quien seas,
te sientas como que te sientas,
aunque la vida te hostigue,
está ahí para tu imaginación,
llamándote, anunciando
una y otra vez tu lugar
entre todo lo que existe.

No hay comentarios: